Los ignorantes de Vox Pozuelo presumen de ahorrar 1,583 euros al mes al eliminar la tasa de vado a cada vecino a cambio de que otro aparque el coche en la puerta de su garaje
Estimado director:
Le escribo bastante indignado con el Grupo Municipal Vox Pozuelo porque no es que sean torpes… Son lo siguiente. Y, de paso, le envío el reverso de la hoja de publicidad que VOX POZUELO ha depositado, ayer, en mi buzón de correspondencia, que prueba mi indignación…
Su ignorancia no tiene perdón…
Como puede comprobar, los mozos y mozas de VOX Pozuelo han analizado los graves problemas que “disfrutamos” en Pozuelo de Alarcón y han llegado a la conclusión de que lo más importante que han hecho en estos tres años de indigencia política (en dos de ellos apoyando los presupuestos ruinosos del Ayuntamiento) ha sido presentar una moción para eliminar el pago de 19 euros/año de tasa, por el que un vecino disfrutaba de un vado en uso propio.
O sea, le ha conseguido ahorrar al vecino el pago de 1,583 €/mes.
¿Y a cambio de qué?
A cambio de que ese vecino disfrute en exclusiva del uso de ese vado permanente a cambio de que ahora otro vecino cualquiera pueda aparcar en la puerta de su garaje y el que se ha ahorrado el euro y medio al mes no pueda salir con su coche.
Pero hay más, es que si ese vecino o no vecino no quiere quitar su coche, ya puede llamar a la policía municipal o a las bomberos porque no habrá manera de que lo quite por mucho que digan en el papelito que la eliminación de la tasa no supone la eliminación del servicio del vado… ¿Pero en qué país viven…? ¿En base a qué legalidad le van a obligar a quitarlo de la calle?
Y pensar que esta tropa está ganando 216.092 euros anuales (el señor Fernández Tomás, solito, 72.030 euros anuales más bicocas, que supongo no los había visto juntos ni en el cine) me produce urticaria… Esto sí que son gastos políticos.
¿Pero qué hemos hecho los contribuyentes de POZUELO para tener que pagarles esa enormidad de sueldo a estos analfabetos políticos?
No puedo con ellos… Y menos que presuman de estupideces…
Un cordial saludo.
Juan Pozuelo