Quislant sabe que no irá en la lista del PP de Pozuelo en 2023, para cuya campaña hacía obras, y las cambia por chuminadas en las que hacer fotos para mostrar a Ayuso como preces
Es posible que estuviese equivocado. El error es humano y doctores tiene la iglesia de la clase política. Pero a mí me parecía una simpleza política de primer orden (y más a estas alturas de democracia en España) que la alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant creyese que, después de ocho años de mala gestión, de mil ocurrencias y trapacerías para intentar salir adelante, dejando tras de sí la ruina del Ayuntamiento y una ciudad que ha perdido su liderazgo, “olvidásemos el pasado y volvíesemos al amor”, parafraseando aquella canción de Marie Laforêt, y le votásemos en mayo de 2023…
(Era imposible. Lo dijese Agamenón o su porquero).
No se podía poner la ciudad patas arriba en el último año de la segunda legislatura para hacerse fotos a primeros de 2023 e intentar venderle al contribuyente pozuelero lo maravillosamente que se vive con ELLA en esta villa y que eso hiciese que nos olvidásemos de la pésima gestión de dos legislaturas y, repito, la volviésemos a votar…
(Estaba tan segura de que Egea la iba a mantener en Pozuelo, ay, que creía que iba a aspirar a un tercer mandato con esa caduca estrategia política)
Y yo creía que esa simple y arcaica manera de hacer política, además de estar ya con el primer cuarto del Siglo XXI corrido, era un desprecio o, mejor, una tomadura de pelo a los vecinos de esta ciudad…
Una ciudad, por cierto y aunque esté regida por esta palurda política, que es la que más licenciados tiene de toda España, en términos relativos, y no creo que esos vecinos tragasen esa simple política ancestral…
(Pero ELLA es así de antigua…)
Aunque debo decir, en su defensa, que ese caduco proceder solo se podía entender si se pensaba que, en el fondo, era el reflejo de lo que han sido estos ocho años de desencanto…
Dos legislaturas de venta de humo, en las que, en ningún caso, Quislant demostró con hechos lo que decía; en las que hacía propuestas de cosas que fue incapaz de cumplir y en las que se ha hartado de ofrecer productos catetos de escaso valor…
Y al final, claro, todo se le fue de las manos:
Está empantanada la calle Tramontana desde hace tres meses…
Está arrasado el Barrio de la Estación.
No se termina la piscina cubierta del Carlos Ruiz.
(Por cierto, hay lectores que preguntan si habrá piscina al aire libre este verano en ese polideportivo de la Estación…)
Ahora ha abierto en canal la Avenida de Europa… Y todo para lo mismo… Para hacer propaganda política barata en 2023.
Pero ya no está Teodoro García Egea. Ni Pablo Casado. Y, además, ELLA ya sabe que no será candidata del PP de Pozuelo en las elecciones municipales de mayo próximo… Pero la cosa ha llegado tan de sopetón que ya no puede volverse atrás con las obras…
(Es más, tengo la impresión de que esas obras pensadas para venderlas en 2023 ya no le preocupan lo más mínimo… Y, oye, el que venga detrás que arree…)
Ahora, pillada, cambia de estrategia en todo y solo quiere llegar a este próximo fin de semana. El fin de semana del Congreso Extraordinario Regional del PP y en el que se elegirá a Isabel Díaz Ayuso, y ELLA presentar muchas fotos de una actividad frenética en Pozuelo… No puede presentarse en él con las manos vacías…
Y monta el Día de la Familia el domingo pasado e improvisa para este mismo domingo un ‘Torneo de Pádel Intergeneracional’ en el polideportivo Carlos Ruiz o un maratón musical en la Plaza de Padre Vallet, camuflado demagógicamente con un “Pozuelo con Ucrania”, paella incluida. Todo ello unido a la Feria del Comercio que también se celebra este fin de semana en el aparcamiento público de la Carretera de Húmera (junto al ESIC). Tres acciones, tres, en el mismo fin de semana del Congreso cuando se pasan los meses sin ninguna. No hay quien dé más.
Chuminada tras chuminada, en definitiva, con tal de amortiguar la patada final en el trasero que le van a pegar. Quislant necesita que estas chuminadas le proporcionen humo y fotos para presentar en el Congreso de Madrid este fin de semana. Cree que eso la salvará.
(Es tan simple esta mujer…)
Y es que tiene perenguendengue que la alcaldesa que despreció las ayudas a Ucrania en el MIRA y no ha visitado aún el Centro de Acogida de ucranianos que hay en Pozuelo ni siquiera para darles la bienvenida, se saque de la manga un maratón musical para ayudarlos…
Un maratón basado, por cierto, en la vieja idea de “Pozuelo, Ciudad de la Música”, de la Asociación sin ánimo de lucro “Pozuelo Prestigio” y que ELLA se cargó porque la preside un concejal que prefirió dimitir a mostrarle sumisión…
(Quislant no perdona nunca…)
Pero ahora todo le vale, aunque sea una chapuza, para ir al Congreso del PP que entronará a Isabel Díaz Ayuso y mostrarle fotos de su frenética actividad como preces…
Amén.
El Capitán Possuelo