El nombre de Pozuelo de Alarcón arrastrado por la improvisación del Gobierno de Sánchez con los ucranianos pero Quislant, ensoberbecida, se niega a echarles una mano por simple caridad

Me pongo hoy a escribir esta columna con un gran cabreo entre el folio en blanco y yo. Los grandes maestros decían que esa situación era buena para escribir artículos de opinión. Producen tensión y esa tensión se termina trasmitiendo en lo escrito. Se llama comunicación.
Y es que la alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant me saca de quicio día sí-día también… Y, claro, es de ELLA de quien quiero hablar otra vez porque sabe de política lo que yo de arameo.
Por suerte o por desgracia (yo creo que más por lo segundo) el presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez eligió la ciudad de Pozuelo de Alarcón para ser sede inicial de la llegada de refugiados ucranianos. Sede desde la que, atendidos en una primera instancia, son distribuidos posteriormente por España.
Como Pedro Sánchez se ha convertido ya en un pequeño dictadorzuelo, ni siquiera avisó a Susana Pérez Quislant. La alcaldesa de Pozuelo se enteró por la prensa. Y claro, como es otra pequeña dictadorzuela, agarró el canasto de las chufas y se puso mohína.
Quislant ha fracasado en todo lo que se refiere a ayudar a Ucrania. Como será el fracaso que, para paliarlo, ha creado un equipo coordinador del tema aunque no se sabe quien lo compone ni cuáles son sus objetivos y medios…
Pero eso sí, un equipo que ahora está vendiendo y revendiendo en el diario digital El Debate. Ya no es La Razón o el ABC. Ahora es El Debate, un nuevo periódico generalista propiedad de la Asociación Católica de Propagandistas que, a su vez, es la propietaria de la Universidad CEU. Una universidad que tiene una parte de su campus en Pozuelo y donde ha estudiado su hijo con premio extraordinario de carrera…
Da que pensar esta extraña y desconocida relación…
En fin…
El caso es que el Gobierno de Pedro Sánchez está fallando en la organización de los refugiados, al menos en Pozuelo, como una escopeta de feria. Pero la prensa no habla de los fallos del presidente del Gobierno sino de los fallos en Pozuelo de Alarcón…
Y, como consecuencia de ello, desgraciadamente el nombre de Pozuelo de Alarcón está por los suelos.
Yo imagino que para la alcaldesa Quislant conocer ese fracaso le producirá placer por no haber contado con ELLA. Es demasiado simple. Pero no todo el monte es orgasmo y ese fracaso de Sánchez, aparte del dolor y la decepción que está provocando a los ucranianos, está dejando mal a Pozuelo de Alarcón en toda España…
Nadie sabe al final de quien es la culpa del fracaso. Solo saben que es en Pozuelo. Y, como consecuentemente, de su alcaldesa…
Nadie sabe si la avisaron o no. Nadie sabe si Pedro Sánchez, aparte de ser pozuelero, se pasó de soberbio. Nadie sabe nada. La única realidad es que el nombre de Pozuelo está en entredicho…
Y, ante esa desgracia, la alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant debería obrar en consecuencia… Debería tragarse su soberbia y acercarse a dicho centro para ofrecer la ayuda del Ayuntamiento y de sus edificios a los que dirigen dicha sede…
Los ucranianos no tienen culpa de nada. Pero una vez más, esta alcaldesa de pacotilla está perdiendo una gran oportunidad de asumir ese liderazgo… Tan importante que podría relanzar su desvencijada carrera…
Pero no hará nada. Ni es una líder ni sabe qué hacer. Ni siquiera tiene caridad.
Y, lo que es peor, eso significa trabajo y ELLA es muy feliz con su Pucho…
Y a mí me llevan los demonios…
Juan Manuel Sánchez