¿Se inundará Pozuelo con las lágrimas de Quislant ahora que toda la Murcia azul ha caído? Es posible, pero es bueno tener un enólogo poder maridar platos de cuchara

La gala de los Goya, siempre con lágrimas para pedir dinero en subvenciones, volvió a poner en evidencia la tropa cinematográfica eXpañola, tan reivindicativa con el No a la Guerra de Aznar (en la que no participó nuestra Expaña) y ni un “quejío” a los comunistas del totalitario Putin que invaden Ucrania, siempre masacrada por las huestes rojas desde Lenin, pero como el representante de la KGB y actual autócrata ruso le sigue molando a los chicos y chicas del papel couché, todos callados.
Nada nuevo bajo el sol con esta gente de la farándula dizque moderna y libre, salvo la constatación de esa carestía de valores de los que tanto presumen si hay un rasguño desde la derecha… Ahora cómplices del comunista ruso por omisión de defensa a los ucranianos.
Al menos nos queda la libertad de no ver sus pelis, aunque las subvenciones las seguiremos pagando todos.
Pero volviendo a nuestro Pozuelo y viendo cómo acababa la semana pasada, con el padrino de nuestra alcaldesa (Teodoro lanza aceitunas) ya caído lo que supondrá, para Susana, constatar que, como en la canción de Carlos Puebla dedicada a Fidel y con adaptación propia, “en eso llegó Isabel y mandó a cambiar”.
Y como el problema sólo es uno (la pasta), nuestra alcaldesa empieza una nueva carrera para cubrirse las espaldas y seguir viviendo de la mamandurria política.
Porque es de economía de lo que hablamos, de la propia, de la de la “famiglia” y de tantas y tantas.
En el caso de nuestra alcaldesa (ella en Pozuelo, su esposo en Madrid) corren malos vientos a su alrededor. En el Ayuntamiento capitalino, Almeida lo tiene complicado y el niño que, hilado hacia las NNGG , de repente ve como todo va por la borda y ni un flotador al que agarrarse, pese a que Casado se resista ante los melifluos “barones” regionales.
Esta semana pasada, la Emperaora de Pozuelo ya ha comprobado (nuestro Capitán lo ha mostrado en este nuestro periódico) que sus seguidores no es que le sean infieles, es que ni la retuitean y salvo el concejal Pablo que pone vela a Ayuso y cirio a Casado, los demás mutis por el foro que tienen que seguir viviendo del partido. Y la pelota ha cambiado de bando y, con ella, nombres, colores y adhesiones.
Ya ha notado como el móvil ha dejado de sonar, nadie toma riesgos y ahora que llega “el gallego” para revivir partido, sólo un objetivo de los otrora pseudoamigos con Susana (no hay amigos en la política): distancia y que corra el aire para irse con el nuevo One.
¿Tantas fotos y tanto Vive Pozuelo para qué si todo depende de un dedo caprichoso?
Lo malo para Pozuelo es que ELLA sigue contratando gente (¿estará generando nuevas puertas giratorias con nuestro dinero?) y, al contrario que a nuestro Capitán, a mí me parece ideal traer un enólogo porque no es lo mismo beber lo que te sirvan que saber lo que pedir. Y ahí, qué quieren que les diga, en una villa como la nuestra es imprescindible acompasar la bebida con los manjares, máxime cuando estamos con “Pozuelo de menús”, o de cucharas o de tapas o de torreznos por lo que llevar de la mano un especialista que ensamble el emplatado con los efluvios de la vid, es signo de distinción y linaje aunque lo paguemos todos.
Le quedan muchas lágrimas por derramar a su política de victimismo de la alcaldesa, hasta que se remate su salida. Mientras no le queda otra que, cogida de la mano con el cadaver Macías camino del cementerio político, ver de escoger nicho.
Qué dura será la vida, lejos de la moqueta.
Y Melgarejo… sigue.
Alejandre