Lección para tontos útiles sobre la Agenda 2030, que también debería leer la alcaldesa para que deje de “hacerle el caldo gordo al comunismo” con esa estúpida Concejalía Pozuelo 2030

La alcaldesa de Pozuelo de Alarcón anunciaba en junio de 2020 la creación de una nueva concejalía: Pozuelo 2030. Entre los titulares, la página web del Ayuntamiento decía lo que sigue: El motivo es que “queremos implantar la agenda 2030, para que todas las políticas municipales estén alineadas con los objetivos de desarrollo sostenible”.
Resulta descorazonadora la manera en la que los movimientos políticos más radicales y deshumanizadores marcan la agenda de la mayoría de los partidos políticos, de manera muy particular de los que gobiernan en nuestro municipio.
La indigencia política, incluso intelectual, de nuestros electos, los lleva a mimetizarse con el ambiente, profiriendo discursos tan melifluos como delicuescentes. Dicho de otro modo, repiten los mantras que otros imponen como meros comparsas de un proceso de ingeniería social absolutamente demoledor. Su actitud resulta grotesca porque denota una ignorancia solamente al alcance de su indignidad.
Para entenderlo, quisiera recordar algunos hechos:
El 12 de marzo de 2020 se publicaba en el BOE el Real Decreto 452/2020 de 10 de marzo por el que se desarrollaba la estructura orgánica básica del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que, a la sazón, ostentó el comunista Pablo Iglesias Turrión.
Rezan los dos primeros puntos del artículo 1 de esta manera:
- Corresponde al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 la propuesta y ejecución de la política del Gobierno en materia de derechos sociales y bienestar social, de familia y de su diversidad, de protección del menor, de cohesión social y de atención a las personas dependientes o con discapacidad, de adolescencia y juventud, así como de protección de los animales.
- Igualmente corresponde al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 la propuesta y ejecución de la política del Gobierno en materia de impulso, seguimiento y cooperación para la implementación de la Agenda 20230 y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo 2030.
No es ninguna casualidad que el citado líder comunista se reservara para sí estas dos funciones.
El primer párrafo produce tanto estupor como pavor. Resulta que el Gobierno de España considera la protección de los animales como una cuestión más dentro de la categoría de los derechos sociales. Hemos homologado a el bienestar social, la protección a los menores, las personas con discapacidad, las personas mayores dependientes, nuestra juventud y la infancia con los perros, los cerdos y las ratas.
El animalismo más brutal fue legislado en el BOE sin que ningún partido de la oposición produjera la más mínima reacción.
Estamos asistiendo a la emergencia de una ideología profundamente deshumanizadora, un nuevo sentimiento neoreligioso basado en nuevos dogmas y pecados originales que considera al ser humano un ser indigno y despreciable, culpable de la destrucción de ese superorganismo sagrado al que nos referimos como madre tierra.
Los cinco pilares ideológicos que sustentan este nuevo dogma son el posthumanismo, el alarmismo climático, el animalismo, la ideología de género y el holismo.
Todas estas corrientes culturales se entrelazan y se retroalimentan hasta constituir un espectro histórico y cultural que podemos compendiar en una palabra: posmodernidad.
Estamos muy probablemente en los albores de un nuevo estadio de la humanidad que se caracteriza por la alienación del individuo, un profundo sentimiento antihumanista y la némesis de todos los avances que supuso la modernidad para la emancipación y liberación de hombres y mujeres.
No es casual que el Ministerio de la ideología de género quedara en manos de la, al menos entonces, su mujer. Los comunistas se reservaban todos los campos de acción que formaban parte de una agenda profundamente siniestra. No esperábamos otra cosa de estos personajes.
No obstante, el verdadero problema radica en los tontos útiles, esa recua de ignorantes que pueblan las filas de la oposición y que se apuntan entusiásticamente a la reproducción de los mantras que nos impone la nueva doctrina.
Lo dicho, introduzca usted en una coctelera las palabras sostenible, resiliente, inclusivo, social, emergencia y cambio climático, y después de agitarlas bien, obtendrá un bonito tonto útil. Posiblemente edil del Ayuntamiento de Pozuelo.
Juan Candado