Estimado director:

Tras leer la crónica que ha hecho el Ayuntamiento de Pozuelo de la inauguración de la Exposición “Mujeres Artistas de Pozuelo”, organizada con motivo del Día Internacional de la Mujer, me he permitido enviarle una contra crónica de lo que realmente pasó en el Centro Cultural de la Plaza del Padre Vallet.

No se puede tolerar que algo tan patético como penoso quede en los medios como algo importante llevado a cabo por la indigente alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant.

Yo estuve allí.

Dice la crónica que la exposición reúne obras de pintura, escultura, fotografía e instalaciones realizadas por cerca de medio centenar de mujeres y artistas de la ciudad. Esto no es exactamente así pero si las comisarias lo aceptan, ellas sabrán.

Dice también que Susana Pérez Quislant felicitó a las participantes por su “trabajo y trayectoria” y “sus obras de gran calidad técnica y artística”. Asumo pulpo como animal de compañía por decir que la alcaldesa lo dijo. Bah.

Lo que también dijo (no sé si modo de despedida) fue una cantidad de sandeces y estupideces que a muchas de las personas que estábamos allí se nos cayó la cara de vergüenza ajena.

La señora Quislant (mal vestida para la ocasión con lo que demostraba que aquello le daba igual) hizo el más absoluto ridículo ciñendo la celebración del Día Internacional de la Mujer al ámbito del hogar y la lucha (en ese hogar) por la igualdad entre hombres y mujeres. ¿Estaría pensando en su marido?

Casi hubo risas cuando mencionaba una y otra vez que las mujeres llegábamos cansadas a casa y ellos debían asumir sus responsabilidades.

Yo no me lo podía creer. Ni se había preparado el discurso ni sabía para quién hablaba ni de lo que hablaba. Los invitados tampoco daban crédito. Allí había mujeres que pertenecen a colectivos feministas y se miraban unas a otras con incredulidad. No era posible que aquello sucediese en Pozuelo de Alarcón.

No se trataba de que hubiera hecho un discurso político sobre el techo de cristal en los consejos de administración, o los problemas de la Justicia o de la brecha salarial, allí estábamos para otra cosa… Era la inauguración de una exposición de mujeres pintoras de Pozuelo y había gente muy importante pero de los que hablaba era una memez.

Tenía que haberse dirigido a las mujeres que allí estábamos, no a los hombres. Siento decirlo pero dio la sensación de que, aparte de no interesarle nada aquello, es una cateta o se lo hace.

No hay derecho.

Todo fue de un cutrerío que nadie de los que allí estábamos nos merecíamos.

Por no haber no había ni fotógrafo. Las fotos las hacía una persona con un teléfono móvil. De hecho, la foto que ilustra la crónica del Ayuntamiento en donde ELLA está muy cariñosa con unas personas que no son pintoras. Son los familiares de las dos pintoras muertas pero ninguna es pintora.

Después, hizo un breve paseillo por la exposición y se fue porque después tenía un acto de partido.

Eso sí, la alcaldesa en los corrillos de lo que dejaba caer era que «que no la echaban», que se marchaba ELLA para ocupar otras funciones…

Pobre PP. Y pobre funciones.

Juana Pozuelo