El Fantasma de don Agustín repasa, con su habitual ironía, cómo serán las vacaciones de la alcaldesa y, sobre todo, su vuelta con la duda de saber si habrá o no Fiestas de la Consolación

¡Se acaba el curso político, aquí en Pozuelo!
Aquí, quién más y quien menos está ya preparando las maletas para empezar las vacaciones. Pero desconozco cuando las coge cada uno de los concejales. Es uno de los secretos que mejor se guarda en la Casa. Sobre todo, en lo que a los concejales del equipo de gobierno se refiere.
Y, si saber las fechas en las que se ausentan los concejales es un misterio, no digamos ya el estar informados de cuando no estará la alcaldesa. Parece como si tuviesen una especie de “miedo escénico” a que los vecinos lo sepan.
Aunque, a lo mejor, tampoco es un asunto tan importante. Ahora todo se puede hacer con firma electrónica desde allá donde uno se encuentre. Y, además, siempre quedará alguien en alguno de estos despachos que será el encargado de resolver los asuntos que se vayan presentando. Y además siempre queda el teléfono para recibir las órdenes de la única que manda.
Lo que sucede es que, nada más empezar el próximo curso, se deben celebrar las fiestas en honor de la Virgen de la Consolación, patrona de esta villa. Y, a la fecha, no está claro, ni mucho menos, que se vayan a llevar a cabo. Se habían planificado, es sólo un modo de hablar, unas celebraciones un poco descafeinadas, por mor de la pandemia.
Pero los datos, tanto de la evolución de los contagios, que están afectando sobremanera a los jóvenes, como de la incidencia en Pozuelo, que es muy alta, han llevado a que no se sepa, a ciencia cierta, si los actos y actividades programadas se van a llevar finalmente a cabo, tal y como estaban previstos.
Todo está pues, pendiente de un hilo. Y al final, ELLA resolverá. No en vano, como ella misma dijo, será recordada en la villa por ser la alcaldesa que ha gobernado en la época de la pandemia. ¡Vamos, lo mismo que ha dicho Sánchez!, aunque a éste, lógicamente, le corresponda un nivel mayor, ¡vayamos a comparar!
En cualquier caso, las vacaciones siempre son cortas y los problemas de la villa seguirán siendo los mismos cuando aquellas se den por finalizadas.
Seguirán “a buen ritmo” las obras de la glorieta de la M-503, los vecinos que no hayan podido utilizar la piscina del “Carlos Ruiz” habrán tenido que buscarse la vida más allá del término municipal, no sabemos si se habrán reanudado definitivamente las obras del aparcamiento del matadero y continuará el enfado de los vecinos de La Cabaña por aquello del estacionamiento regulado que se quiere imponer (otros aún no se han enfadado porque no saben lo que les espera).
Claro que antes de coger sus merecidas vacaciones, la edil ha publicado que los vecinos podrán aparcar gratis una hora en los aparcamientos públicos del centro, cuando vayan a hacer sus compras en los comercios del pueblo.
Es, sin duda, una bonita forma de despedirse hasta septiembre. Pero también otra importante rectificación política.
¿Se acuerdan de aquella frase: “sólo aciertan cuando rectifican”?
¡Pues eso!
Don Agustín “el Fantasma del Torreón”