La alcaldesa Susana P. Quislant desprecia a los vecinos de Pozuelo o les tiene miedo y, un año más, homenajea a Miguel Ángel Blanco sin anunciarlo y sin presencia del pueblo llano

Dicen en mi pueblo que el que hace un cesto, hace ciento. Ciento y la madre, diría yo de la alcaldesa de Pozuelo. Y es que Susana Pérez Quislant vive y gobierna para hacer bueno el refranero… No hay acción o acto político que no repita… Y lo que es peor, como no acepta la crítica y su ego vive de palmeros, nadie se atreve a comentarle su error…
Y si el año pasado criticamos el acto homenaje a Miguel Ángel Blanco, como el anterior, y el anterior, y el anterior, este año no podíamos hacer menos… Y es que, insisto, la que hace un cesto, hace ciento…
En ninguno de todos estos años se ha invitado a los vecinos. Este año tampoco. Hace unos días (creo que el día 1 de julio) el departamento (o como se llame) de protocolo del Ayuntamiento de Pozuelo envió una invitación al acto a los concejales del Consistorio pero al pueblo de Pozuelo (a los contribuyentes que pagan esta falla) ni agua… Y mira que tenían tiempo para convocar a los vecinos pero no lo hicieron. Nunca lo hacen. La alcaldesa de Pozuelo desprecia a los pozueleros (que es verdad) o les tiene miedo (que es verdad verdadera). Susana Pérez Quislant no quiere que le pase como a Pedro Sánchez y, para evitarlo, aparte de despreciarlos, no los convoca.
Y no los convoca ni siquiera este año que aquel criminal acto se ha recordado en fin de semana y podía haberlo aprovechado para que los pozueleros se unieran a ese sentido y auténtico recuerdo.
El domingo, por ejemplo, hubiera sido un día ideal por la mañana ya que, en esta villa, hay mucha gente a la que le hubiera gustado unirse a ese homenaje. Pero no, ELLA quiere ser ELLA y, de paso, evitar que alguien le abronque. Valiente populacho…
De este modo, en la soledad de los elegidos para la gloria (que ya no entienden que deben su oropel al pueblo) se ha celebrado ese recuerdo, en un acto frío como el témpano en homenaje a un hombre que, precisamente, merece todo el calor del pueblo.
(Por cierto, no todos los concejales del Consistorio estuvieron)
Lógicamente, la alcaldesa Quislant en plan reinona de nuevo volvió a tirar de manual y echó su espiche… El de todos los años. Y habló del pueblo de entonces pero nadie vibró. Sus palabras eran wikipédicas y no transmitieron nada. Nadie volvió a su casa con el corazón henchido, estaban allí por quedar bien… Porque tocaba.
Había si un acto más (uno de tantos) en el que los elegidos desprecian a los electores…
Pobre Pozuelo de Alarcón…
Manolo Pérez