La España actual es un auténtico desastre: Tras una guerra civil de tres años, el déficit estaba en el 170%. Después de dos legislaturas de Sánchez, el déficit está por el 120% muy largo
Estaba leyendo un libro de Historia Contemporánea y, cuando hablaba de la situación tras la guerra civil, decía: “Los gastos conjuntos en ambos bandos [de la guerra civil] ascendieron a más de 1’7 veces el PIB, a lo que habría que añadir la desaparición de la gran reserva de oro y los casi 500 millones de dólares que se debían a Alemania”.
Pasadas unas líneas, me detuve sorprendido, porque recordaba haber oído hablar de eso del PIB muy recientemente.
Miré la prensa digital del día -era 31 de marzo- y, efectivamente, hablaban de que la Deuda Pública andaba por el 120% del PIB (1’2 veces el PIB, por adaptarnos a la terminología de la obra en cuestión), pero sobre los datos económicos de 2019, y esperaban que cuando se publiquen los de 2021, suba al 140% (1’4 veces el PIB).
Me quedé “espantado” (que es como decían en el siglo XVI cuando algo les asombraba en demasía). Resulta que, tras una terrible guerra, el déficit de España era de un 170% del PIB, a lo que habría que sumar las tremendas deudas que refiere… y en la España de hoy, sin guerra, y partiendo de ser la octava potencia económica del mundo, vamos ya por el 120% y entrando en el 140%. ¡Para que luego digan que la Historia no sirve!
¡Menudo resultado de los gestores! Claro que, teniendo en cuenta, en aquesto del gasto, la clarividencia del maestro, don Zapatero, y la aplicación excelsa del alumno, don Sánchez, es explicable la cuestión.
Pero volvamos a considerar las cifras:
¡¡Después de una guerra civil de tres años, el déficit estaba en el 170%. Después de dos legislaturas socialistas, andamos ya por el 120% muy largo!!
¿A ningún progresista le dicen nada estos datos?
Y, desde ese 170% del PIB, el Innombrable consiguió entregar a los “Patres Constitutionis” una sociedad en alza sobre la que apoyarse para relanzar el país por los escabrosos senderos de la modernidad.
¡No me extraña que no quieran que se hable de aquellos tiempos!
Por cierto, la obra histórica a la que me refería es “Franco. Una biografía personal y política”, de Stanley G. Payne (nada menos) y Jesús Palacios. En la página 257 tienen el párrafo citado.
Y pongo ahora la referencia por ver si alguno de los afectados por la pandemia progresista llega hasta el final. Incluso pueda que reflexione, por aquello de que las cifras son las cifras.
Alfredo Vílchez, historiador