El TSJM avala la convocatoria de elecciones en la Comunidad de Madrid: Hubiera quedado en papel mojado el poder de los presidentes, de todos los presidentes, para disolver las cámaras
Seguro que estarán ustedes de acuerdo conmigo en que, en esto de la política patria, la realidad supera siempre la ficción.
Los guionistas de las series televisivas no pasan de ser meros aficionados si los comparamos con algunos de nuestros dirigentes políticos, que sí demuestran ser unos maestros en esto de las maniobras y el enredo.
Me los imagino reunidos en una sala secreta de operaciones elaborando planes, recabando información, realizando y recibiendo continuas llamadas telefónicas, disponiendo las piezas en el tablero, como si de una batalla se tratase. Afanándose por conquistar, no ya una colina, sino dos o tres votos.
¡El espectáculo está servido!
Pero al final, pese a su esfuerzo, con todo el lío que montan, van a terminar por aburrir al personal, que ya no va siendo capaz de seguir la línea argumental del serial. Y eso ya empieza a ser peligroso porque la gente, la paciente gente, va a terminar por desconectar.
Porque de lo que se trata, lo que les importa, lo que buscan, es ganar poder.
¿Pero poder para qué? ¿Para resolver los problemas? ¿Para dar solución a lo que preocupa a la gente? ¿Para gestionar con eficacia la pandemia? ¿Para afrontar con decisión la crisis económica? ¿Para atajar el paro galopante que nos acecha?
Me temo que no. Nada de todo eso les ha motivado. Lo que quieren es el poder, por el propio poder en sí y por lo que ello representa. Detentar el poder e impedir que haya otro cualquiera en condiciones de poder disputárselo.
Y en eso andan entretenidos.
Pero a veces, los golpes de mano no salen tal y como estaban pensados y diseñados. A veces las batallas se pueden perder por un clavo Y, en este caso, la batalla se puede perder por ese clavo que, en todo este lío que han montado, ha venido a ser la determinación de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Como ha dicho alguien, sus actuaciones políticas despiertan tanto apoyos incondicionales como opiniones totalmente en contra. Pero lo que no se puede negar es que con su actitud de “poner pie en pared” ha demostrado poseer una gran valentía, tanto política como personal. Y su decidida respuesta ha sido el detonante de todo lo que ha venido sucediendo después.
A estas alturas, ya sabemos que se van a llevar a cabo las elecciones en la Comunidad de Madrid. No se podía pensar en lo contrario. Porque, de lo contrario, hubiera quedado en papel mojado el poder de los presidentes, de todos los presidentes, para disolver las cámaras legislativas.
Las mociones de censura presentadas después, no dejan de ser un brindis al sol, que lo único que corroboran, por la inusitada rapidez en la recolección de las firmas, es que debían estar preparadas con bastante antelación.
Soy un fantasma, pero no un adivino. Y, por tanto, no tengo una bola de cristal que me permita conocer cuál será el resultado de las elecciones en la Comunidad de Madrid. Pero Ayuso se adelantó, supo tomar la iniciativa. Y el que da primero…
Aunque ahora, deberá aguantar el chaparrón que se la viene encima, insultos personales incluidos.
Don Agustín “el Fantasma del Torreón”