El Fantasma de don Agustín comenta las vicisitudes vividas por el Gobierno de Pozuelo durante el mes de enero aunque entiende que no es fácil gobernar a través de las redes sociales

No, no ha empezado bien el año para el gobierno de esta villa.
Su estabilidad política no se ha visto afectada, porque para ello siempre le resulta fácil encontrar los apoyos suficientes y necesarios para sacar adelante sus propuestas. O para hacer pasar como suyas las propuestas de los demás.
Los problemas le han ido cayendo, uno tras otro, simplemente por su mala gestión.
Empezamos con el follón que se organizó en eso que dieron en llamar “cabalgata de Reyes estática”. Un nombre a todas luces premonitorio dada la nula movilidad, no ya de las carrozas de la cabalgata sino de los vecinos, encerrados en sus vehículos, que no encontraban el momento de escapar del tremendo atasco que se produjo, debido fundamentalmente a la falta de organización de la actividad.
¡Ni los “Magos” fueron capaces de remediarlo!
Los gestores municipales, todavía no repuestos, se encontraron setenta y dos horas después con una impresionante nevada para la que no se disponía de la infraestructura municipal adecuada para hacerla frente.
Es cierto que fue una situación anómala y poco frecuente en cuanto a su presentación, pero también es cierto que fue ampliamente prevista por los servicios meteorológicos.
Falló la prevención y faltó la preparación previa para hacer frente a las consecuencias, sobre todo conociendo que las temperaturas iban a bajar considerablemente en los días posteriores. Una situación que, debían saber, que iba a dificultar de forma notable los trabajos de retirada de la nieve acumulada.
Finalmente, hubo que suplir esa falta de preparación con el trabajo de los empleados públicos, la colaboración ciudadana y la toma de medidas, sobre la marcha, al darse de bruces con la tremenda dimensión del problema.
La inestimable ayuda de la lluvia y la subida de las temperaturas ayudo a hacer desparecer la nieve y ahora los operarios se afanan por cauterizar las heridas que la borrasca ha dejado en nuestro arbolado.
En esas debía estar afanado el equipo de gobierno, algo más relajado, cuando la cosa volvió a complicarse. Pozuelo empezó a aparecer en algún programa de televisión y esta vez no era porque la alcaldesa hubiese acudido a algún programa de esos que se hacen “a mayor gloria de”.
No, en esta ocasión Pozuelo era noticia, debido a las manifestaciones que llevan a cabo vecinos molestos tanto por la ocupación ilegal de alguna vivienda próxima a sus domicilios, como por las consecuencias que, para su seguridad, ello representa.
Vecinos que, por otra parte, se quejaban amargamente de la poca atención que habían tenido por parte de la primera edil que, ni siquiera, se había tomado la molestia de ponerse en contacto con ellos.
Comprendo su malestar, pero deben tener en cuenta que el tiempo es limitado y mandar mensajes a través de las redes sociales se lleva gran parte de él.
No, definitivamente no ha empezado bien el año para el gobierno de la villa.
Don Agustín “el Fantasma del Torreón”