La Comunidad de Madrid asegura que los datos reales de Covid han empeorado considerablemente ya que «Se reflejan a la baja» por las fiestas

Los últimos datos epidemiológicos en Madrid han ido empeorando durante el mes de diciembre, a medida que aumentaban los contactos sociales. Pero la situación real probablemente sea aún peor de la que se conoce: según el viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid, Antonio Zapatero, se «infrarrefleja» la realidad porque las fiestas navideñas han frenado la actividad en Atención Primaria y reducido las pruebas que se hacen.
Así lo ha señalado en entrevista en Onda Cero, donde ha afirmado que los datos «reflejan a la baja lo que está ocurriendo». Algo que preocupa a las autoridades sanitarias madrileñas porque «el virus, en cuanto le das ventaja, se la toma».
La actividad social se ha incrementado paulatinamente, «desde el puente de diciembre», ha señalado, para a continuación señalar que el efecto de las reuniones «ha sido malo». Se sorprende Zapatero de ver todavía «imágenes de televisión de fiestas mutitudinarias o tener hoy mismo noticia por prensa de otra con 300 personas en Madrid». Cree que la pandemia no permite «ningún momento de relajación», y menos en esta última fase, cuando ya está llegando la vacuna y cree que se debe hacer el esfuerzo de «mantener las medidas y no cometer errores».
En este sentido, en relación con las vacunaciones, ha explicado que hasta ahora se han realizado pocas porque las 45.000 dosis que debían llegar el lunes pasado no lo hicieron hasta el martes, y como «llegaban congeladas, hubo que esperar hasta el miércoles» para ponerlas. Ese retraso, unido a que muchas de las personas -residentes y trabajadores de centros de mayores- a las que había que ponérselas estaban fuera de la residencia los días 31 de diciembre y 1 de enero, ha generado cierto retraso. Pero Zapatero está convencido de que el ritmo se va a incrementar a partir de ahora y para la tercera semana de enero estarán ya vacunados todos los mayores de las residencias y los trabajadores de las mismas.
Un aspecto positivo de la pandemia, ha apuntado finalmente Zapatero, ha sido el «efecto mascarilla» sobre otras enfermedades: los hospitales no están sufriendo este enero los problemas de aglomeración habituales como consecuencia de los casos de gripe, ya que este año «casi no ha habido casos de gripe, y tampoco los ha habido en los servicios de Pediatría de bronquiolitis». Esto se une al efecto del Hospital Isabel Zendal, que poco a poco va concentrando a los pacientes Covid, dejando al resto de los centros hospitalarios disponibles para las demás patologías.