“…Baby One More Time”, el mítico de tema de Britney Spears que marcó musicalmente una década y que está considerado el mejor tema de una cantante debutante en el mundo
La revista Rolling Stone publicó hace poco la lista de los 100 mejores temas de debutantes que han salido al mercado que está encabezada por la estadounidense Britney Spears y su canción “…Baby One More Time”.
De “…Baby One More Time”, los expertos musicales dicen que fue “uno de esos manifiestos del pop que anuncian un nuevo sonido, una nueva era, y un nuevo siglo”, y la describen como “una declaración que causó divisiones y que trazó una línea entre el pasado y el futuro”.
Para que se hagan una idea de la importancia, en segundo puesto, la revista destaca el “I Want You Back” de los Jackson 5, del que dice que “cada momento es perfecto”, de principio a fin, y señala que “no solo definió los años 70, sino que ha resumido la esencia de la alegría musical desde entonces”.
Y los Sex Pistols y su “Anarchy in the U.K.” ocupan el tercer lugar, un “single” cuyos primeros segundos describen como “un bulldozer que se dirige directo a ti”, y sus primeras palabras suenan “como si Lucifer hubiera ascendido de los infiernos”.
‘…Baby One More Time’, fue mucho más que un álbum de pop adolescente de cuyo lanzamiento se acaban de cumplir 22 años, supuso no solo el inicio de la carrera discográfica de Britney Spears, sino que reformuló el género con una pauta tan singular que, junto con el ‘grunge’ y el ‘trip hop’, marcó musicalmente su década.
Lanzada como sencillo el 23 de octubre de 1998, esta canción, se convirtió en una de las más vendidas de toda la historia, merced a sus 10 millones de unidades despachadas.
Como curiosidad, cabe señalar que los puntos suspensivos del título fueron una manera de atenuar el énfasis en el verbo ‘hit’ por su significado (literalmente, golpear), aunque el uso de esta palabra, que tiene muchas otras acepciones (entre ellas, alguna sexual y, la más probable, la de telefonear), fuera un error de traducción de su productor sueco Max Martin.
La connotación sadomasoquista del estribillo (buscada o no) unida a un videoclip icónico para el que la propia protagonista decidió presentarse como una Lolita uniformada de instituto, con trenzas, el estómago al aire y cantando sobre un tema sentimental de sencilla identificación para adolescentes (y adultos), ayudaron a propulsar el tema.