Cuando las aceras no sirven para pasear sino para justificar inversiones con derecho a voto. De la C/ Sagunto a la C/ Elena Aparicio. Del casco Central al periférico de la Estación

El controvertido tema de la movilidad nos riega, diariamente, de oportunidades para comprobar si, en esta nuestra Expaña, caben o no más tontos y siempre sale que sí, que siguen creciendo.
No hay partido político, asociación cívico-social, confluencia o peña que no disponga del cómo hacer para, medio-ambientalmente responsable, disponer de soluciones que hagan la vida más ecológica y cómoda a los ciudadanos.
Suele ocurrir, por cierto con demasiada frecuencia, que las excelencias demandadas por los unos se convierten en la antítesis de sus contrarios y lo que el carril bici es bueno para los unos acaba siendo temerario para los otros, por ejemplo.
No somos ajenos en Pozuelo de Alarcón a estas situaciones y, demoscopia aparte, cada partido local tiene una idea de cómo hacer la ciudad más “humana” y transitable en dónde puedan caber todas las variables que determinen una movilidad eficiente y responsable.
El problema llega cuando las soluciones se implementan ad hoc, independientemente, de disponer de una lógica local que se adecúe a toda la ciudad y se venda en cada caso como resultado de un debate acordado para satisfacción del ciudadano en su inter-relación con sus gobernantes.
Si uno pasea por la Calle Sagunto, justo en el tramo de acceso al parking de la Plaza Padre Vallet, habrá podido comprobar que en su margen izquierdo han desaparecido las plazas que para aparcar había.
Como estoy seguro que dicha eliminación se debe -como pueden ver en las fotos- al interés de nuestros regidores (gobierno y oposición) de facilitar la vida a los residentes y paseantes, más allá de sus necesidades físico-psíquicas y no a tratar de llenar un parking eternamente vacío y caro (acelerador de la destrucción económica de Pozuelo Centro-Pueblo), entiendo que todos los vecinos estarán felices y dichosos, no así los que necesiten estacionar cinco minutos para ir, por ejemplo, a Correos tarea que se convierte en aventura ahora.
Al menos, me dije, hemos resulto ya la situación, movilidad sin barreras arquitectónicas para todo Pozuelo…
¿Para todo qué…?
Apenas a dos kilómetros de distancia, en el otrora barrio hoy casco de la Estación, en el que se están acometiendo renovaciones de calles y aceras, cada una con su solución, pero ninguna en conjunto.
Les acompaño la actualización de la Calle Elena Aparicio, no dudo que tras el estudio demoscópico procedente, nuestros expertos locales llegaron a la conclusión de que ni bebés, ni personas con algún impedimento físico -muletas, sillas de ruedas, andadores…- se ubicarían en esta transversal a la Ctra. de Húmera, porque las fotos que acompaño muestran la yincana obligada por la parte “ancha” símil a acera; si la experiencia es por la parte de los coches aparcados, casi acosados a las viviendas, el grosor humano podría impedir acceder a las mismas.
Una calle antes (Calle San Rafael) las formas cambian, aunque la imposibilidad de moverse por la acera tradicional a personas de movilidad reducida y/o, por ejemplo, a carritos de bebés sigue siendo propia de una aventura de riesgo, con una altura de acera, seguro, que dificultará más el poder subir y bajar a la misma.
No, seguro que no es fácil re-urbanizar, hacer la ciudad más habitable, pero tomada una decisión tendría que ser similar para todo un casco/barrio, al menos razonablemente equiparable para todos, cosa que no observamos en los ejemplos que acompaño, más allá de cargar siempre en el ciudadano una mala conciencia (Vd. no lo haría, piense en los demás, ¡qué decir ahora con el virus de Wuhan! hasta semeja que lo hemos importado nosotros…) provocada, no por las acciones de los habitantes, sino por el mal hacer de sus regidores, aunque fuésemos nosotros los “culpables”, a través de nuestro voto, de que estén ahí.
En un gobierno local en donde el PP depende de Teodoro y el candidato futuro vive en Villalba; un C’S con el líder en Mirasierra y buscando, todos, ganzúa para ver dónde engancharse; los de VOX viendo cómo se deshacen de su líder actual y un PSOE herido de muerte por el frenesí de Wuhan y sus alianzas nacionales, solo nos dejan la esperanza de Unai, en defensa de la villa, aunque su representatividad penalice sus buenas intenciones.
Parafraseando una frase de Jorge VI se define, extraordinariamente bien, la labor de nuestros concejales -por parlamentarios- con el añadido de los emolumentos que se llevan para casa: “Algunos concejales no hacen nada, aunque sepan no hacer nada bastante bien”.
Y ya lo saben, si se vota con la nariz tapada, el hedor nos llega a todos.
Alejandre