¿El proyecto de urbanización de Montegancedo es beneficioso para Pozuelo? No, porque rompe el necesario equilibrio espacio urbano-espacio natural que definía su gran seña de identidad
Hoy más que nunca es necesario definir ideológicamente el futuro de las ciudades y de su ciudadanía. No es lo mismo tener unos claros principios ideológicos de convivencia con la naturaleza, de equilibrio medioambiental y bienestar para las generaciones futuras, que observar ideológicamente el entorno como una posibilidad de rentabilidad económica a base de desarrollo urbanístico, como habitualmente hace la derecha. Las ideologías están muy vigentes y su aplicación a la gestión son determinantes en la vida de las personas.
¿Supone construir un mal en sí mismo?
No, pero cuando hablamos de romper equilibrios medioambientales, cuando hablamos de saturar el espacio y llevar la movilidad a límites insostenibles en términos de calidad de vida, entonces sí.
La gestión de los sucesivos gobiernos del Partido Popular en Pozuelo, animados por una ideología depredadora de suelo a la búsqueda del beneficio fácil, como demuestra las recientes modificaciones aprobadas a la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid, poniendo por delante la rentabilidad económica al equilibrio medioambiental, hace que una ciudad como Pozuelo, establecida en un enclave de privilegio, haya visto como el territorio se ha ido saturando con un urbanismo extensivo, poco sostenible y escasamente correspondido con una estructura de servicios públicos necesaria.
De esta manera, Pozuelo se pondrá en 120.000 habitantes en el medio plazo e incorporará hasta 15.000 coches más a nuestra ya abultada nómina de vehículos privados localizados en el municipio.
El desarrollo urbanístico de Montegancedo, un proyecto que pretende incorporar 1.050 viviendas y que supone entre 3.000 y 4.000 vecinos más para Pozuelo, representa un impacto para nuestra ciudad que hemos procurado conocer de primera mano, a través de la opinión de los diferentes colectivos implicados, promotores, vecinos, administración, organizaciones ecologistas etc.
Todo ello para elaborar una posición con criterio respecto al desarrollo de este ámbito.
Desde nuestra posición política, trasladada en nuestros programas electorales, entendemos que es necesario preservar de forma nítida nuestros espacios naturales, este es el principal factor de generación de calidad de vida en Pozuelo, así se lo hemos trasladado a los responsables de la promoción y como es lógico a los colectivos de vecinos afectados con los que hemos colaborado en el suministro de documentación y en la consecución de trámites administrativos.
Hemos procurado mantener una posición sin ambigüedades, un posicionamiento que sin duda agradecen las partes implicadas.
Es necesario reconocer que las características de la urbanización a realizar concuerdan con un modelo de sostenibilidad medioambiental amparado en amplios espacios de arbolado y una relativa integración de las construcciones en el entorno, así como la instalación de sistemas de energía renovable para contribuir a la sostenibilidad.
Pero objetivamente, estamos hablando de enclavar algo más de 1.000 viviendas en un espacio natural de alto valor ecológico, establecer más de 3.000 nuevos vecinos y vecinas con sus correspondientes vehículos que provocaran un impacto importante en este entorno.
¿Necesita Pozuelo más viviendas?
Si, sin duda, pero no un urbanismo extensivo de viviendas de lujo con alto impacto; Pozuelo necesita vivienda pública para cubrir la importante demanda de miles de jóvenes que se ven obligados a abandonar el municipio por no tener acceso a una vivienda, así como familias residentes en Pozuelo durante años que se han visto abocadas a situaciones difíciles y que se ven privadas de sus viviendas en Pozuelo.
Para cubrir estas necesidades sí necesitamos un parque de viviendas en Pozuelo, vivienda pública, en alquiler y asequible.
¿Representa Montegancedo este modelo?
No lo parece, el área destinada como aprovechamiento para el Ayuntamiento de Pozuelo, y que puede representar unas 300 viviendas, podría tener varios destinos, pero todo apunta a que finalmente serán viviendas sin grado de protección alguno.
Si hablamos de movilidad, ¿estamos dispuestos a seguir saturando la M-40 con remesas de vehículos privados procedentes de este desarrollo y de los futuros como ARPO?
Sin duda este es el gran tema para el Pozuelo del futuro, ¿se han parado a pensar los gestores del PP en alternativas razonables a la progresiva saturación de esta vía?
No lo parece, desde el PSOE si reflexionamos a este respecto y, desde luego, la única alternativa razonable a la saturación de una M-40 que ya no tiene capacidad para crecer, así como el resto de vías que cruzan nuestro municipio, solo puede ser limitar el crecimiento poblacional, máxime cuando la derecha no promueve alternativas de transporte público verdaderamente eficientes como puede ser el metro convencional, solo cuando favorece los intereses económicos de algún amigo, véase el ejemplo del Metro Ligero.
Y por último, y no por ello menos importante, las oportunidades perdidas que supondría el desarrollo de esta promoción, ya que se rompería la posibilidad de establecer un anillo verde en el termino de Pozuelo, un pasillo que uniese la Casa de Campo y el Parque Forestal de Somosaguas con el Monte de Pozuelo, pasando por el entorno Meaques y el Monte de Boadilla a través de Montegancedo, un entorno natural protector de la ciudad que, con la visión futura de ser íntegramente público, reforzase esas condiciones medioambientales privilegiadas de Pozuelo, que son su principal factor de calidad de vida.
Acabo como empezaba, hoy progresar es preservar, es cuidar y es desarrollar el entorno natural, cualquier acción contraria a ello supone un retroceso.
El desarrollo urbanístico de Montegancedo, a pesar de sus características, impacta en este entorno natural y por tanto rompe el necesario equilibrio espacio urbano- espacio natural que se definía como una seña de identidad de Pozuelo de Alarcón.
Ángel González Bascuñana, portavoz del Grupo Municipal Socialista de Pozuelo de Alarcón