30 de abril de 2020: Grito de dolor y rabia de un pozuelero que ha perdido a su madre, en esta tragedia político-sanitaria que nos envuelve, y hace un sinfín de preguntas sin respuestas

Lejos de parecer una canción de Celtas Cortos es el día de hoy, en el que escribo esto.
Normalmente suelo escribir sobre la problemática de la Colonia La Cabaña, lugar de mi residencia, pero hoy tengo el corazón aún roto, roto por el dolor de haber perdido a mi madre por el maldito COVID-19.
El día 16 de marzo la lleve al hospital Puerta de Hierro y tras un “mama, aparco y estoy contigo” no volví a verla.
Los protocolos de mediados de marzo eran así. Mi madre murió el día 24 de marzo y no volví a verla, ni muerta ni viva. Al margen del sentimiento de orfandad que te queda, perdí a mi padre hace 25 años, lo más duro es no poder haber compartido con ella los últimos momentos. Hay que sumar el sentimiento de culpa que te invade porque siempre piensas que podrías haber hecho algo más, o al menos antes de que lo hiciste. Sentimientos encontrados.
Por la situación no he podido cumplir las etapas de duelo según Elisabeth Kübler-Ross y, como todo esto es muy extraño, llevo tiempo generando un sentimiento de rebeldía y culpabilizo en primer lugar al virus, que es el culpable directo, pero no puedo por menos que extender hacia los responsables de nuestra vida cotidiana, parte de la culpa y responsabilidad de lo que está sucediendo.
Después de 48 días de confinamiento no veo más que tristeza, dolor, inseguridad, desconfianza, improvisación entre nuestros políticos. Políticos que no están a la altura de la situación. Posicionados en sus tronos de oro, en su intransigencia, su falta de sensibilidad, su frialdad, su oscurantismo, su egoísmo y soberbia supina, su mala praxis, sus comentarios inapropiados, en definitiva, incapacidad política y su pésima gestión.
Quien lea esto, y me conozca, pensará que he cambiado mis gafas de cerca, Pozuelo, por las de lejos, España, pero la realidad es que mire donde mire veo lo mismo. La inoperancia de los políticos de Pozuelo, nuestro pueblo, es equiparable y simétrica, a la de los políticos de nuestra nación. Se salvan muy pocos, muy, pero que muy pocos.
Tengo la sensación, al leer los periódicos (porque hace unas semanas que decidí no ver la TV, si no son series de Netflix o similar), que nos están manipulando. Somos como ovejas tuteladas por un pastor del todo malvado y soberbio, que solo quiere acaparar todo el ganado que sea posible y que le siga incondicionalmente. Y aquel que se salga del redil recibirá el mordisco del bien adiestrado, alimentado y soberbio perro pastor.
Nos dicen cuándo, cómo, dónde salir, movernos, lo que podemos y no podemos hacer, cuando podemos y si podemos ver a nuestros padres, primos, novios, novias o amigos.
Cuándo tenemos que cerrar o abrir nuestros negocios, cuándo cobrar o pagar, si tenemos que hacernos o no pruebas del C19, nos geolocalizan, nos investigan, nos dicen lo que está bien o mal.
Nos dicen cuándo y cómo nos tenemos que desconfinar, las horas, las edades, las fases, las etapas, las fechas, pero todo de un modo incierto y falto de criterio, inconexo y caótico, sin sentido y, pero eso sí, las multas están tipificadas y aplicadas con precisión quirúrgica.
Entiendo que el Coronavirus es, como la tarántula, un bicho muy malo, que no muere ni a pico ni a palo, pero creo que han deshumanizado las acciones que hemos tenido que tomar para superar esta pandemia. Se han olvidado de que, ante todo, no somos solo contribuyentes o clases pasivas, somos seres con sentimientos, con familia, con parejas, con hijos, con inquietudes, en definitiva, somos personas.
Por terminar esta epístola me gustaría hacer una introspección.
¿Me parece sólo a mi o quieren aprovechar el estado de alarma (excepción creo yo) para sacar adelante un montón de decretos que, de otra manera hubiera sido imposible?
Y no solo el gobierno, el Ayto. de Pozuelo, por ejemplo, ¡ha sacado cosas que no parecen del todo urgentes!
¿Qué será lo próximo? ¿Problemas económicos con Iberia y RENFE? Podríamos nacionalizarlo.
¿Problemas económicos de Telefónica y Vodafone? Podríamos nacionalizarlo.
¿Problemas económicos con Iberdrola y Endesa? Podríamos nacionalizarlo.
¿Problemas económicos con Santander y BBVA? Podríamos nacionalizarlo.
Esto, que parece una alucinación mía (objeto o estímulo exterior que la mente percibe sin que su existencia sea real) ¿pudiera convertirse en una realidad a corto/medio plazo?
Sinceramente, espero que no, ¡pero miedo da un rato!
Al final la teoría de que en España con la llegada de Sánchez y socios al gobierno no se producía un cambio de gobierno sino un cambio de régimen…. ¿será verdad?
Este gobierno que no está siendo capaz de organizarnos para salir a la calle, que no sabe tramitar los ERTE, que tiene a los sindicatos callados y en calma, que compra material sanitario defectuoso… ¿será capaz de sacarnos de una crisis cuando tengamos cerca de 6 millones de parados, una deuda del 130% y un PIB de -20%…? ¿Serán capaces de solucionarnos este problema?
Termino con otra canción de Celtas cortos, Retales de una vida, esperando que seamos nosotros los ganadores y ellos los que pierdan.
“De las batallas perdidas, sale un ganador.
De las batallas ganadas, sale un perdedor.
De las sonrisas al viento, hay lágrimas derramadas”
ACYDO POZUELERO