Pozuelo Prestigio: La Operación Balmis se coordina en la base de Retamares a las ordenes del teniente general Fernando López del Pozo, comandante del Mando de Operaciones
La base de Retamares, en Pozuelo de Alarcón, es la sede del JOC (Centro de Operaciones Conjuntas) en la que oficiales con uniformes de los tres ejércitos teclean frenéticamente en sus ordenadores frente a una pantalla que refleja la distribución por toda España de los 2.622 militares empeñados en la lucha contra el coronavirus.
Y es que desde esta base de Pozuelo desde donde se dirige la Operación Balmis, llamada así en homenaje al médico militar que llevó la vacuna de la viruela al último rincón del imperio español en el siglo XIX. “Estamos en guerra con un enemigo invisible y no convencional”, en palabras del teniente general Fernando López del Pozo, comandante del Mando de Operaciones, a quien el jefe del Estado Mayor de la Defensa ha encomendado el mando de la campaña más atípica del Ejército español en su historia.
En una entrevista concedida a El País, el teniente general Del Pozo asegura que se pensaba que el coronavirus era como el ébola: “Lo que no estaba en la mente de nadie era una crisis internacional de esta envergadura, con consecuencias no solo sanitarias sino de todo tipo. Y tan rápida”.
“Nadie tiene medios para hacerlo todo a la vez. Se van abordando estrategias a medida que parecen más probables. Una infección como el ébola era posible. Sigue presente en el Congo y la tenemos monitorizada. Tenemos control de eso y se tomaron medidas: en el hospital Gómez Ulla se preparó una planta y tenemos un plan de evacuación… Lo que no esperábamos era un virus que cierra fronteras y te impide volar, que confina a todo el mundo en su casa. Yo no”.
El Ejército está en la calle con una función de presencia y nada más. “Primero, sigue diciendo el teniente general, para transmitir un mensaje de tranquilidad y apoyo a la población. Luego, para identificar zonas críticas para la desinfección. Esta misión irá decreciendo, porque ya todo el mundo sabe que estamos ahí y, si hace falta, salimos rápido. La condición de agentes de la autoridad protege a quien la ostenta de forma que, si es atacado, la pena es superior. Pero no es su función detener, para eso tiene que ir acompañado de las Fuerzas de Seguridad del Estado. En eso no estamos todavía. En el futuro supongo que nos asignarán hacer patrullas mixtas con Policía o Guardia Civil, pero sería en apoyo suyo. Ese modelo ya se ha visto en Francia”.
Según el teniente general, esta operación es “Presencia en la calle; desinfección de zonas críticas; montaje de albergues para personas sin hogar; apoyo para hospitales de campaña; transporte; vigilancia de centrales nucleares…, lo que se nos pida. El efecto moral es que la ciudadanía entienda que estamos aquí para lo que haga falta y puede contar con nosotros. En la medida en que podamos, vamos a responder”.