Como la alcaldesa Quislant no publica su Agenda Institucional, al final todo termina en un ridículo total, como ayer, tras su entrevista con el rector de la Universidad Complutense

Desde hace años, venimos denunciando en El Correo de Pozuelo que la alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant se pasa la obligación de tener al día su Agenda Institucional por el arco del triunfo.
Hace años que venimos diciendo que debe tenerla al día como la tiene el Presidente del Gobierno y el propio Rey de España, per cá… Ella es ELLA.
Y, claro, ese caprichito nos causa trastornos a los periodistas (díselo, Óscar Modrego)
Abro otro paréntesis. Mañana hablaremos de esa nueva remesa de condenados al patíbulo del Pasillo del Infierno que han venido a comunicación del Ayuntamiento de Pozuelo. Cierro paréntesis.
El caso es que, al desconocer la Agenda Institucional de la alcaldesa, me fue muy difícil cubrir la información… Y, claro, me tuve que enterar por las RRSS…
Así, por ejemplo, ayer mismo supe que la alcaldesa de Pozuelo había visitado al Rector de la Universidad Complutense de Madrid…
Y me enteré por el tuit que publicó la propia alcaldesa en su cuenta personal… Puf…
Dice Susana Pérez Quislant que, en la reunión, con Joaquín Goyache se trataron “asuntos y convenios” entre las instituciones. Entre la Universidad Complutense y el Ayuntamiento de Pozuelo, suponemos.
El problema fue que no decía qué asuntos y convenios se habían tratado y el tema de ‘Pozuelo, Ciudad Universitaria’, es importante para la villa…
Y como ya soy viejo en esto, me fui a la cuenta @UniversidadCom1 (a la qué remitía el tuit) para ver si me enteraba de algo y, sobre todo, qué tratamiento le habían dado a la noticia… Pero…
En Pozuelo siempre hay un “pero”… Y ese pero era esto…
¡Que me aspen!, que diría Paquito Melgarejo, me dije a mi mismo… “¿Y esto qué es lo que es?”
Y aluciné…
Y entonces me di cuenta de la poca profesionalidad que hay en el Ayuntamiento de Pozuelo…Y que lo de la alcaldesa es inconmensurable… Homérico.
Pero disfrutemos lo votado…
Para ir a Villa Meona, vaya, y no echar ‘ni gota ni gota…’
La Piraña del Meaques