El comité de huelga de la EMT se echa al monte más oscuro del sindicalismo y presionan a los conductores que no secundan los paros reciben amenazas (vídeos)

«Piénsate las cosas y recapacita, no seas gilipollas». Ese es uno de los mensajes que un miembro del comité de huelga de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) transmitió a un conductor que no secundó los paros parciales la semana pasada a través de unos audios de whatsapp a los que ha tenido acceso EL MUNDO.
«Me cago en la puta, tío, cómo has hecho lo que has hecho. Sabes que te aprecio pero te voy a echar la charla de amigo, ya no de compañero. No hagas eso que está todo el mundo pidiendo fotos para ponerlas en el Facebook y ponerte de esquirol (…) La gente está con que te va a reventar la moto», insiste el mismo miembro del comité al trabajador.
Estas presiones se han desarrollado tanto en el ámbito privado de la aplicación de mensajería como en el ámbito público de las reuniones de protesta de los trabajadores. En una de ellas, Jesús Fraile, el sindicalista que llamaba a romperle las piernas al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, incitaba a «hacer correr por todos los grupos de whatsapp» la información del conductor porque «es el único que ha salido» ignorando los servicios mínimos. «Ese que ha salido no es compañero. No ha querido hacer la huelga porque no le ha dado la gana», se le escucha arengar al resto de trabajadores en un vídeo al que ha accedido este diario.
En ese vídeo también se escuchan gritos de fondo de los trabajadores presentes en la intervención de Fraile: «Hacedle una foto y mandadla» o «puto esquirol» son algunos de los mensajes que lanzan sobre el compañero que no secundó los paros parciales. «Ese que ha salido no es compañero. Ha hablado conmigo y dice que no ha venido aquí a hacer amigos; que lo sepáis los que habláis con él. Él no viene aquí a hacer amigos porque tiene que pagar una hipoteca y, claro, los 30 euros que le van a quitar no le van a permitir pagar la hipoteca», incide Fraile.
Conductores de la EMT consultados por EL MUNDO confirman además estas presiones que han sufrido otros trabajadores para secundar los paros. «Sabes a lo que te expones si no secundas los paros convocados por los sindicatos. Te señalan y te pueden llegar a hacer la vida imposible», relata uno con una amplia trayectoria en la empresa municipal de autobuses, que afirma que si la situación fuera diferente, tanto él como otros «se pensarían» no secundar la huelga. «Yo creo que hay gente que sí trabajaría, pero no quieren acabar mal con sus compañeros ni que los señalen porque este es un trabajo para toda la vida», explica.
Otro trabajador de la empresa municipal se mantiene en esta misma línea. «No permiten a la gente trabajar intentando meterles miedo con represalias e increpándolos. Yo me he enfrentado con algunos sindicalistas por esto. Me acorralaron y les dije que me dejaran trabajar, que yo respetaba que ellos hicieran huelga si querían», cuenta en una conversación telefónica con EL MUNDO en la que señala que miembros del comité «están pidiendo la hoja de servicios mínimos y su número de empresa» a los trabajadores que se encuentran en su puesto de trabajo.
«Muchos trabajadores nos estamos preguntando exactamente qué piden con esta huelga porque no lo sabemos», asegura al mismo tiempo que recuerda que «se tardó dos años en negociar el convenio colectivo con el Gobierno anterior y ni se planteó una huelga como ahora», apunta este trabajador. Una huelga que desde el Ayuntamiento ha sido valorada continuadamente como «política y arbitraria».