Intranquilidad en el Pasillo del Infierno del Ayuntamiento de Pozuelo ante la publicación del Top Ten de traidores políticos en la villa: ¿Se ve Quislant siendo protagonista de la misma?

La semana pasada me aventuré a ofrecer a mis lectores pozueleros (y no pozueleros) el top ten de los mayores traidores políticos de Pozuelo.
Esos que según les miras a la cara llevan tatuada la palabra traición.
Mi prima me dijo que iban a salir más de diez nombres, que me iban a faltar semanas del próximo año para escribir notita a notita, una por cada uno o cada una. Eso me animó.
Pero hubo algo más que me hizo dudar:
“¿Cuál va a ser el criterio que vas a utilizar para ordenar a los traidores?”, me preguntó.
Ahí me dio. Lo reconozco.
¿A quién debo poner un 10 como traidor político y a quien un 5? ¿Quién será cum laude y quién aprueba con un cinco pelado?
Mal rollo.
Así que he tomado la decisión de no ordenar a los traidores, ya se encargan ellos solitos de hacerlo. Uno a uno. Una a una. Y cada lector que puntúe según lo que considere al tocad@.
Se me plantea un problema mayor. Las traiciones que conocemos no tienen solo un color político. ¡Qué va! Los hay multicolor. Y es evidente que en ese país “multicolor” de los traidores, la abeja reina, campa a sus anchas.
Tobby movió el rabito con tanta gracia que parece que entendió mi metáfora al releer en voz alta.
Así que vamos a ello. Con mucho tiento. Demasiado. Porque me cuenta mi prima que anda la Quislant como loca por conocer al top ten de los traidores políticos de la villa. Y, tranquila, doña Alcaldesa, lo suyo me lo reservaré para el final. Porque lo bueno siempre ha de esperar al final. Porque los grandes traidores merecen grandes momentos. Y así lo escogeremos mi Capi y yo.
Lo mismo me pasa con otros políticos de segunda pero de matrícula de honor en cuanto a la poca ética política con la que caminan.
Ay, Enrique Ruiz Escudero y Pablo Gil… ¡Qué bien nos lo vamos a pasar! ¡Qué bien!
Pero, ¿cómo podríamos meterles en el mismo saco que a Quislant? “Piano, piano”.
Porque esto de las traiciones da para mucho. Podemos escribir sobre traiciones a sus partidos políticos, compañeros, vecinos, principios, amigos, funcionarios, etc.. etc.
Pero ¡ojo! En este análisis he descubierto que hay algo que une a todos los traidores: LA PASTA GANSA.
Luis me dice que tenga cuidado porque Josete (otro que tal baila) sigue por ahí sin hacer nada, despotricando de la doña, pero contento con su sueldazo que no quiere perder. Y, me asegura, que seguirá investigando a ver si POR FIN descubre quien soy yo.
¡Madre mía! Y el otro día casi nos damos de bruces. Anda que no fardé yo con mi prima.
Pero él es uno más. Uno de tantos. Bueno, de tantos no. Porque no he visto una Secretaria de Alcaldía con más patrimonio y pasta que la íntima amiga de Susana García Cereceda (amiga, cuidadora, cocinera, camarera…, da igual). Pues ella.
¿Qué no os lo creéis? Mirad la Declaración de bienes de María Casillas y os sorprenderá.
Sin embargo las dos GRANDES TRAIDORAS de todos, de todas, de todo y para todo, se escriben en femenino. Ocupan cargos de concejalas. Fueron íntimas enemigas durante meses. Pero ahora les une la necesidad. La espuria necesidad.
Una se ha hecho rica siendo concejala con un CV más corto que el de Tobby y con una capacidad intelectual “ manifiestamente mejorable”, al igual que su capacidad de trabajo. Se ha hecho muy rica una mujer destinada a no pasar de ser una secretaria en su vida laboral. Y tiene más de 315.000€ en sus cuentas corrientes.
¡Artista! Que eres una artista. Una notita entera irá para ti.
¿Y la otra? La otra traidora tiene nombre de película. La traición y una más. Y yo no entendía muy bien por qué. Y ahora sí que lo sé. Un Mini (27.000€) y una casa en Madrid, valorada en catastro, en 396.000€. Estas adquisiciones NEW son de mayo de 2019 y del 11 de julio de 2019.
Ahora sí que sí, darling. Tus traiciones tienen nombre y apellidos. Pasta, pasta y más pasta. Porque allá de donde vienes no te quiere ni el tato. Bueno, el tato sí, que así se ahorra mantenerte.
Y así empezaremos fuerte el top ten de las traiciones político-pozueleras.
En femenino para empezar, que tanto está de moda. Pero el 2020 me comprometo a inaugurarlo con una notita con nombre masculino.
Sira Q.