Los líos familiares de La Finca empiezan a parecerse a la serie “Dinastía”: La madre de las hermanas García Cereceda toma partido en su guerra y se querella contra su hija Susana
Mercedes López Gutiérrez, la primera mujer del empresario inmobiliario Luis García Cereceda, que en su día fue uno de los setenta hombres más ricos del mundo, ha tomado partido en la guerra que sus dos hijas libran desde la muerte del padre, querellándose contra la mayor, Susana García-Cereceda López, según informa Vanitatis-El Confidencial.
La madre, que se divorció del promotor de la lujosa urbanización La Finca a finales de los noventa, busca reequilibrar el reparto de la multimillonaria herencia de García Cereceda, fallecido en junio de 2010.
La querella, promovida por la hija pequeña, Yolanda (Madrid, 1971), acusa a su hermana de haberse apropiado de una finca que tenían a medias en Francia. Y de hacerlo mientras ella estuvo incapacitada por un juez, quien le impuso un tutor legal tras leer el informe de un médico forense.
El tutor elegido fue Afal, una fundación hoy procesada y a la espera de juicio por, presuntamemte, expoliar a enfermos de alzheimer con grandes patrimonios. Mercedes López, que ya demandó y consiguió revocar la incapacitación de su hija pequeña, reclama ahora a la mayor los 200.000 euros que gastó en cuidar y atender a la incapacitada, sus tres niños y sus caballos mientras duró la inhabilitación. Las tres viven en la lujosa urbanización de Pozuelo de Alarcón junto a futbolistas, políticos y grandes empresarios.
La guerra empezó a fraguarse una década antes de la muerte de García Cereceda. Cuando éste se divorció de su primera mujer y se casó con Silvia Gómez Cuétara, heredera del imperio de las galletas, hubo una primera división.
Susana tomó partido por su padre y Yolanda, por su madre, según ella misma contó en una entrevista en Vanity Fair.
Tras el fallecimiento, la división llegó a las esquelas: su viuda, Gómez Cuétara, publicó una en nombre de toda la familia; y Yolanda, otra en nombre de su madre, Mercedes López –“su única verdadera emperatriz”—, su hermana y ella. Sin embargo, la relación entre las hermanas se descomponía. En el funeral, al que asistieron el ex presidente del gobierno, Felipe González, y el ex alcalde Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, llegaron a forcejear por la urna funeraria.
El paso al frente de la madre es, según la querella, “el triste resultado de haber fracasado en numerosísimas ocasiones, mediante intentos de mantener conversaciones con Susana”, siempre en vano, “para que respetara la voluntad testamentaria de su padre respecto a su hermana Yolanda, que dispuso para ella similar participación hereditaria”. Similar no quiere decir que fueran idénticas, como la propia querella reconoce a renglón seguido. Un 1% más en las sociedades inclinaba la balanza del 50% a favor de Susana, otorgándole en la práctica la dirección empresarial.