Pasen y vean el remedo y grosero homenaje que el Ayuntamiento de Pozuelo rindió ayer a Miguel Ángel Blanco para vergüenza de esta Villa y del propio PP. No tienen perdón de Dios

No fui al homenaje que el Ayuntamiento de Pozuelo rindió ayer a Miguel Ángel Blanco. Sabía lo que pasaría y no quise sentir vergüenza ajena… Lo sabía. Y eso que la alcaldesa Quislant tiene a un jefe de Gabinete especialista en protocolo llamado Juan Carlos Jiménez y una estajanovista murciana en protocolo llamada Carmen Fuster…
Sabía que, una vez más, el Ayuntamiento de Pozuelo no estaría a la altura que se le exige…
Si hay que hacerle un homenaje a Miguel Ángel Blanco en el XXII aniversario de su secuestro y asesinato por parte de la banda criminal ETA se hace pero no se hace el ridículo…
Como ya denunció ayer El Correo de Pozuelo, el Gobierno de la alcaldesa Susana Pérez Quislant pasó del tema… Y como ELLA estaba de vacaciones ni se anunció…
¿Consecuencia?
Entre concejales, personal del Ayuntamiento, el Consejero Enrique Ruiz Escudero (lo del consejero hablaré luego) y curiosos que pasaban habría unas 45 personas. Creo que Miguel Ángel Blanco merecía otra cosa…
Como no fui he tenido que recurrir a algunos asistentes para completar este pequeño reportaje del remedo y grosero homenaje.
Durante el evento, que se ha celebrado en la plaza que lleva el nombre del joven asesinado y que se emplaza en el Barrio de La Poza, la alcaldesa Pérez Quislant leyó un manifiesto lleno de tópicos que casi nadie oyó porque como a la Intendente Sonia Rodríguez se le olvidó (o no tenía ni idea del acto) cortar la circulación, por las dos vías de la acalle Campomanes pasaban los coches y los autobuses. Como si nada. Es más, alguno se paraba a preguntar que era aquello…
Se da la circunstancia de que, en la calle y junto al lugar del acto, había una tapadera de la canalización que tenía holgura y hacía ruido… Y, claro, cada vez que la pisaba un coche, aquello hacía cataclac… Un desatino impropio de un acto tan recogido…
Por cierto, y no es la primera vez, el chófer del Consejero de Sanidad Enrique Ruiz Escudero aparcó mal el coche de tan alta personalidad y un autobús no podía dar la vuelta en un espectáculo grotesco. Todo un desastre…
Pero hay más. Cuando Quislant terminó de hablar, entre ella y Ruiz Escudero colocaron una corona de laurel en honor a Miguel Ángel Blanco y a todas las víctimas del terrorismo junto a la señal identificativa de la plaza. Pero, como este Gobierno (pese a los expertos de protocolo con los que cuenta, es un chapuzas, la corona de laurel se colgó de un gancho que sujeto con cinta americana… Acojonante…
En fin, pilarin… Un acto vergonzoso para la villa y para el PP.
Termino: Llamó la atención la conversación que tuvieron Quislant y Ruiz Escudero allí mismo al terminar el acto (en un aparte). Conversación larga y circunspecta. No pareció que hablasen de Miguel Ángel Blanco… No. No pareció.
¿Quizás de la presidencia de la Agrupación Pepera de Pozuelo?
No lo sé pero como Enrique no repita de consejero de Sanidad (pese a la obscena campaña de márquetin que está desarrollando) la guerra que va a haber entre estos dos mediocres políticos va a ser divertida…
Juan Manuel Sánchez