Previa del Pleno Extraordinario de Investidura del sábado en el que puede haber sorpresas, ya que el anunciado y cacareado pacto PP-Vox en Pozuelo no está cerrado por la intransigencia de la candidata Quislant, y todo sigue en el tejado

Como no podía ser de otra manera, hoy tenía que volver a escribir la previa del Pleno Extraordinario de Investidura que se celebra el sábado y en el que, con toda seguridad, Susana Pérez Quislant será elegida alcaldesa de Pozuelo de Alarcón para los próximos cuatro años. O no.
Elegida, presumiblemente, en minoría porque la pelota del pacto PP-Vox, anunciado a bombo y platillo por Madrid, aún está en el tejado… Y no está nada claro que caiga por la vertiente del PP… Al menos, a la hora en que escribo esta previa…
En cualquier caso, este Pleno Extraordinario de Investidura será el paradigma de lo que puede ser la legislatura.
Así que vayamos por partes como decía Jack el Destripador.
Empezaré diciendo que, según he podido saber de fuentes bien informadas, lo que parecía que iba a ser un paseo militar del PP, tras conocerse el mandato de los acuerdos PP-Vox a nivel nacional, se ha complicado. Y mucho.
Y se ha complicado por la soberbia de Susana Pérez Quislant que aún no ha aceptado el juego político de las minorías cuando no hay mayorías absolutas… Ella sigue pensando que es la Reina del Mambo y ya no es ni la del Cha-cha-chá…
Quislant no negocia. Está acostumbrada a ello. Ego sum qui sum. Y aquí se hace lo que yo quiero…
Y lo que Ella quiere no es pactar sino aplastar… Según me cuentan fuentes cercanas al Gobierno, Ella quiere un pacto de investidura con Vox. Algo menor pero que Quislant pueda vender ante Madrid que es ante quien responde. Pozuelo siempre le importó un carajo… Ella quiere decir en Génova que ha conseguido ser alcaldesa con mayoría absoluta… Y luego que Vox pida alguna bicoca a cambio…
Como Vox no ha estado de acuerdo con ser el monaguillos de una ceremonia tapadera, el PP le ha ofrecido un pacto de legislatura… Más humillante aún para Vox. Qué estos rebeldes la apoyen durante 4 largos años, haga lo que haga, es muy humillante para los votantes de este partido… Y más cuando Susana puede cambiar de parecer cada 10 minutos… Menudo chollo para Ella y menuda decepción para todos. Y que a Vox le den un par de bicocas más para callarles la boca…
Pero me cuentan, por otro lado, que Vox no quiere. Saben que son pequeños pero no quieren ser comparsa de nadie y piden, a cambio del pacto de investidura y/o de legislatura, tener alguna concejalía y poner a un miembro en la Junta de Gobierno.
Y si no es así, (cosa rechazada y considerada ridiculizada por el PP), la discusión puede terminar horas antes del Pleno del sábado en la calle Génova o en la calle Alcalá… Y que se decida allí. Porque Vox, no solo se abstendrá, sino que votará en contra de la investidura de Quislant, cosa que, me dicen desde el Pasillo del Infierno, aterra a la señora… Pero, como digo, le aterra no porque le importe para gobernar Pozuelo sino porque con eso se enteren en Madrid de que ha sido incapaz de negociar. Y, como las armas las carga el diablo, el PP le termine disparando en un pié y colocándole a un concejal en el Gobierno y en la Junta…
Un concejal de Vox, dicho sea de paso, al que no dejaría moverse pero que no podría impedir que se enterarse de su manera infantil y torpe de gobernar… Lagarto-lagarto. ¿Qué hacemos, Edu?
Y en esas estamos…
Es cierto también que, hoy por hoy, es imposible que en el Pleno se pudiese votar a un alcalde alternativo a Quislant (no está el horno para bollos) pero si el Gobierno se queda en minoría y si le tumban los presupuestos generales estaremos a dos cortes de pelo de meterle una moción de censura para cuando florezcan los almendros…
O, peor, aun… Que la Oposición le cambie el ROP y el ROGA (puede hacerlo) y la haga bailar con otro ritmo… Puf, que bonito…
Por lo demás, poco más que decir en esta previa ya que Ciudadanos, PSOE y Somos solo son, por ahora, convidados de piedra…
El Capitán Possuelo