La hora de la política ha llegado a Pozuelo y no hay que tenerle miedo: Los contribuyentes han votado cambio. Ya no quieren a un PP altanero y opaco y prefieren que una coalición de partidos haga limpieza sana en el Ayuntamiento

No sé qué pasará en Pozuelo. Lo normal es que, en esta legislatura, sigan gobernando el PP de Susana Pérez Quislant. Digo lo normal porque pienso que a la, en otra hora, llamada Oposición o a algún partido en concreto le asusta negociar. Incluso, tienen eso que tanto se dice en el deporte llamado “Miedo a Ganar”.
Han estado pidiendo jugar estos pasados cuatro años pero ahora que tienen el balón en el punto de penalti no se atreven a lanzarlo por si ganan el partido.
Y la verdad es que todo es comprensible en unos partidos acostumbrados a perder, aunque deberían tener claro que, si los votantes no le han dado la confianza absoluta al PP para que gobierne, eso lleva consigo, a su vez, un mandato a ellos. Y ellos deberían tenerlo en cuenta. Porque, de no ser así, la mayoría de los votantes pozueleros verían frustrados sus deseos. Y esa frustración no la echarían en saco roto. Seguro.
Es cierto que se debe considerar también que los partidos pozueleros no dependen de ellos mismos. Dependen de lo que digan en Madrid. Es el problema de siempre por mucho que, en campaña, hablen de libertad… La realidad no es así. Nunca es así
Pozuelo es una ciudad demasiado importante para los partidos nacionales pero también esos partidos deberían pensar que es muy difícil que vuelva a repetirse esta situación.
Hay que tener en cuenta también el PP, con esa mayoría obtenida y gracias al estatuto que otorga la Ley de Gran Ciudad, podría gobernar Pozuelo en solitario desde la Junta de Gobierno ya que el Pleno manda poco (salvo contadas ocasiones como pueden ser los presupuestos generales y alguna decisión urbanística que se arreglaría en el momento sin demasiados problemas) aunque esta solución no dejaría de ser una fuente inagotable de conflictos. Y alguno gordo. Pero podía darse.
A mi modo de entender, a Pozuelo ha llegado la hora de la política y no hay que tenerle miedo. Se puede negociar todo. Incluso, que gobierne Susana Pérez Quislant con acuerdos de legislatura o puntuales pero con fuertes contraprestaciones.
Contraprestaciones programáticas, claro, aunque, ya puestos, se puede pedir también que Quislant no fuese la Presidenta del Pleno. Esa presidencia se puede delegar sin problemas en cualquier miembro del Consistorio.
Pedirse, lógicamente, se puede pedir, otra cosa es que Susana la conceda con lo que le gusta mandar y lo poco que le gusta debatir.
También, en esa negociación, se puede pedir algún Área de Gobierno con lo que el partido negociador se sentaría en la Junta de Gobierno. Poderse se puede pedir pero será complicado que Pérez Quislant permita que alguien que no esté bajo su control se entere de la política interna que se aprueba en ese mini consejo de ministros…
Se pueden negociar muchas cosas. Y, lógicamente, se pueden negar todas. O casi todas. O algunas. Pero, a mi entender, esa negociación entre el PP y, se supone, Ciudadanos o Vox no es lo que ha votado el contribuyente… No tiene sentido… Para ese caso, le hubiera dado la mayoría absoluta al PP. Pero, insisto, no se la ha dado. Y eso debe provocar alguna reacción. Pensando en Pozuelo, por supuesto.
Y es que si la negociación de C’s, PSOE, Vox y Somos Pozuelo con el PP solo se puede dar sobre una mesa llena de migajas, en una negociación entre ellos, para sacar al PP del Gobierno, en la mesa estará la tarta entera. Es un problema de programa y de generosidad. Por Pozuelo, insisto otra vez.
A fin de cuentas, el PP tiene 11 concejales y solo C’s, PSOE y Somos tienen 10. Y se puede gobernar Pozuelo desde la Junta de Gobierno lo mismo con 10 que con 11. Y apoyos puntuales o presupuestarios de Vox.
Pero, como decía al principio, es posible que algún partido tenga miedo a ganar. Y eso es harina de otro costal. Y hoy no toca.
El Capitán Possuelo