Diario apócrifo de los concejales del Gobierno de Pozuelo (1×1) en el momento más complicado de su vida política ya que todos pueden pasar directamente al paro. Y eso es duro: Hoy, Elena Méndez Leite
“Querido Diario:
Estoy muy cansada de todo. Cansada y triste.
Con la edad que tengo y el dolor que he sufrido hace poco, no tengo ganas de nada. Ni de guerras, ni de politiqueos ni de nada.
Miro a mi alrededor y veo tanta mentira que estoy harta.
Pero lo que más me ha decepcionado es que Susana sea la candidata de mi municipio. Mira que al principio pensé bien de ella. Con el tema de la enfermedad que pasó, me ganó. Pero es que lleva años siendo víctima. Víctima. Y eso cansa. Llegué a defenderla públicamente. Qué bochorno, solo pensarlo…
Y ahora va con esa sonrisa que a mí me repatea y que oculta a una mujer indisciplinada, mediocre y con una falta de capacidad clara para hacer equipos y liderarlos.
¡Menudo PP! Yo en cuanto esto termine, me largo. No vuelvo nunca más. No quiero volver a verles más. Y si ésta vuelve a ser Alcaldesa, me marcho de Pozuelo. Quiero vivir en paz.
Y esos gritos, esas malas maneras, esa mala educación. Todo eso, me puede. Pero, vamos, no conseguirá que diga ni media palabra. Yo sí soy una señora.
Y cómo habla y lee. Es de vergüenza ajena. No sé qué habrán visto en ella para nombrarla pero de lo que estoy segura es de que ni la han sufrido ni la han visto actuar.
Ella me vende como mercancía suya. Cree que conmigo cuenta. A mí me metió una señora en la lista del PP que se llama Paloma Adrados. UNA SEÑORA. Nada que ver con esta mujer.
Tenía mucho carácter, pero Adrados es trabajadora, honesta y nunca nos faltó al respeto.
¿Por qué, entonces, eligió a esta tremenda persona para que fuese Alcaldesa? Algún día se lo preguntaré.
Yo me marcho. Ya no puedo más. Me deprime ver en qué se ha convertido Pozuelo. Y lo peor es que Quislant va a convertirse en nuestra peor pesadilla.
Yo he convivido con tres Alcaldes. Pepe, Paloma y ésta y la peor con diferencia, con diferencia, CON DIFERENCIA, es ésta.
No es que yo sea muy pepera, que no lo soy. Soy de centro. Centro derecha. Pero esta designación me recuerda a épocas de “ordeno y mando”. Contra todo. Contra el sentido común, incluso. Y contra la libertad misma.
A mí hay personas que me caen mal, lo siento, pero jamás se me ocurriría hacer lo que hace esta mujer. Es mala. Simplemente, mala. Y ahora quiere comprar a la derecha de Pozuelo.
¡Me indigna!
Querido diario, aunque mi nombre sale poco, yo como Teruel también existo y espero que haya purgado todos mis pecados después de haber convivido con Quislant estos años.
Y también espero y deseo que todos los cínicos y falsos que me rodean, se marchen y dejen de vivir de lo público.
Aunque me quedaré con lo bueno: He conocido a personas maravillosas y buenas de corazón. Mujeres que no son cargos públicos y que me llevo su amistad siempre.
Por ellas, este suplicio ha merecido la pena”.
Elena (M. L.)