La reacción visceral de una alcaldesa airada o como Susana Pérez Quislant le niega el saludo a un vecino de Pozuelo en público en un acto impropio. Un artículo de Javier Caballero (ADEPO)

Llegué como vecino a El Montecillo en 1991, cuando tenía 38 años. Y desde el 93 al 99 fui presidente de la Comunidad de Propietarios de esa Urbanización. Después he seguido trabajando (y o, viviendo) en Pozuelo hasta el día de hoy.
Llevó por tanto ligado a Pozuelo, con más o menos intensidad, unos 28 años. Quizás más, si contamos los años en los que siendo poco más que adolescente no perdonaba un fin de semana sin nuestro ensayo como rockeros aficionados en el garaje de la casa de los padres del bajista del grupo. Sufridos vecinos de La Cabaña que aguantaban una y otra vez las repeticiones desafinadas de Black Sabbath, Led Zeppelin, o la grandísima “Nacida para ser Salvaje” banda sonora emblemática de la mítica película Easy Rider “Buscando mi destino” interpretadas por nosotros en el peor sonido “rock garaje” que pudiera hacerse.
Aunque nacido en Madrid y viviendo en su Plaza Mayor, permanecí atraído siempre a estos horizontes. Por eso no hubo camino, de los a la sazón despoblados campos de Pozuelo, que dejara sin transitar con las por entonces laureadas motos españolas de motocros (Bultaco, Montesa, o la campeona del mundo Ossa) aunque hoy no se entienda así, también fue un acercamiento a la naturaleza por parte de aquella juventud urbana que lo daba todo por conseguir una pequeña motocicleta todo terreno. En mi caso los sueldos de varios meses de trabajo de aquellos años en los que estudiaba y a la vez trabajaba en fotografía en el Instituto Eduardo Torroja, C. S. I. C.
He de reconocer, respecto de las motos, que hoy me divierto infinitamente más con una silenciosa bicicleta. Pero me tocó vivir también aquella época un tanto menos consciente y comprometida con el medio ambiente. Pero, en cualquier caso, y en lo que se refiere al lugar de asentamiento, fue también ese un momento mío ligado a Pozuelo.
Y continuó más tiempo así con muchas tardes de domingo en torno a las mesitas de vinitos, morcilla y pandilla, en los mesones de la plaza de Humera, o el picadero Montecillo. Hasta que alcancé mi sueño: Una casa-estudio donde vivir y trabajar muy cerca del campo. Casi, casi, un lugar en plena naturaleza. Han pasado treinta años desde entonces. Una vida como empresario de publicidad y productor audiovisual ejercida desde Pozuelo.
Por tanto, después de tres décadas aquí, entra dentro de lo posible coincidir con alguien que te resulte conocido, por ejemplo, en la Sala de Espera para pruebas diagnósticas de un Centro médico de la ciudad. Así ha sucedido en la tarde de ayer.
Me he sentado en una sala abarrotada y en la distancia he pensado que una de las personas que aguardaba su turno, podría ser la Alcaldesa de Pozuelo.
Tampoco la he visto antes tantas veces, así que solo he corroborado definitivamente su nominalidad cuando han avisado a Susana Pérez y esa señora ataviada esa tarde con blusa y pantalones de pana, que no dejaba de teclear en el móvil (quizás rehuyendo mi mirada) se ha levantado y se ha encaminado hacía su prueba en un riguroso orden de llegada.
He aguardado mi turno hasta que han anunciado el mío: Javier López Caballero. He accedido a la prueba y parece ser que he finalizado antes que ella, ya que al salir su acompañante permanecía aún en la misma silla.
Siguiendo las instrucciones de la tecnóloga he acudido al mostrador a solicitar un documento que me han indicado.
Mientras espero en la cola correspondiente veo avanzar por el pasillo, que inevitablemente le conduce a cruzarse conmigo, a la en ese momento, ya confirmada por mí, como la actual Sra. Alcaldesa de Pozuelo.
Dado que me enseñaron de pequeño que “Lo cortés no quita lo valiente” o justo al revés, he dado un paso al frente y adelantando mi mano como saludo me ha salido esa frase para intentar romper el hielo cuando ambos llegábamos a la misma altura.
Mi sorpresa ha sido su respuesta airada, que pasando de largo y dejándome palabra en boca y mano en el aire, ha sido la contraria “…O a lo mejor sí… O a lo mejor sí”
Es decir, para Susana Pérez “Lo cortés si quita lo valiente” o viceversa, he pensado yo. Un ciudadano que protestó legalmente por una injusticia no merece a su entender el saludo cortés sino la negación visceral.
Me he girado hacía ella y con mi mano aún en suspensión, según se alejaba, he respondido: “En tu caso parece que sí, pero en el mío no: Valiente, porque me he atrevido a denunciar a El Ayuntamiento y cortés porque lo uno no quita lo otro y yo si te he brindado mi saludo al cruzarme con usted».
Sin dejar de alejarse, en esa sala de espera muy abarrotada, me ha dicho girando la cabeza ya muy cerca de la puerta “Te saludo… te saludo, pero no es así, no es así” dando la espalda y saliendo apresuradamente del lugar.
Efectivamente NO ES ASÍ. O no debiera ser así. Soy solo un ciudadano consciente que he cumplido con mi deber al denunciar una situación en la que el Ayuntamiento posiblemente se ha equivocado y según parece (la última palabra la tendrá que decir la justicia) las pruebas a juicio de la Guardia Civil hasta el momento incriminan al Ayuntamiento por delito continuado contra el Medio Ambiente, al menos desde 2005 hasta 2018. Es el juzgado quien la mantiene investigada. No soy yo.
El alcalde se debe a los ciudadanos porque solo es un servidor público al servicio de nosotros. Que cobra de los impuestos para lo bueno, pero también para lo malo. No hay pleitesía ni estamos ante el Faraón. Ante la controversia debe prevalecer la justicia y sobre todo la educación.
La verdadera democracia empieza por el respeto. De los de arriba a los ciudadanos que son para los que trabajan. Nosotros no somos siervos. Los que hemos puesto a mandar son solo el personal administrativo de la nación. La discrepancia no nos convierte en enemigos a los que negar el saludo.
Lo más ciudadano que existe es enfrentar la injusticia, o los errores del poder si los hubiere desde la protesta, la negociación si es posible, o desde la denuncia judicial legal.
Sobre todo, si en vez de dialogo con concesiones lo que se alarga es el toreo al afectado durante años, queriendo imponer al final exclusivamente la ley del más fuerte: El imperio del todopoderoso Ayuntamiento, aunque sea en flagrante ilegalidad (la EDAR no tiene ni ha tenido nunca los requisitos legales imprescindibles que la Ley exige a la instalación). Por eso no pueden acometer la ampliación que quieren volver a llevar a cabo a 100 metros de la plaza. Porque la CAM les ha rechazado el Informe de Impacto Ambiental.
Como se lo hubieran rechazado si el Ayuntamiento lo hubiese presentado en 2005 tal como exigía la Ley que no se cumplió. Porque no es legal poner, o ampliar, una EDAR para 36.000 habitantes en un casco urbano. Y si lo hacen, siempre será un atentado medio ambiental y una injusticia.
Pero en libertad, incluso en la controversia, la educación y el respeto no deberían perderse nunca. Disculpas si alguna vez también yo lo he hecho.
Cita del inicio: “Buscando mi destino” corrían Dennis Hooper, Peter Fonda y Jack Nicholson, mientras sonaba “Born to be Wild” (Setppen Wolf).
Javier Caballero. ADEPO (Afectados EDAR Pozuelo).
OTROSI DIGO: Acabo de participar en la Consulta Pública Europea, a través de WWF (Asociación para la Defensa de la Naturaleza) para evitar que la Directiva Europea que protege el agua sea modificada y debilitada, como están pidiendo algunos Estados miembros para satisfacer sus propios intereses particulares. Participa tú también en la campaña y ¡protege tu agua! Participa http://bit.ly/2OGmx6x