Los dislates de la derecha en Pozuelo de Alarcón: Los dos partidos grandes están viviendo una dura guerra a navajazos de la que no puede salir nada bueno. Tantos grillos para tan poca jaula

Dilucidando estoy aún sobre qué me parece más soez y mezquino, si la coincidencia entre socialistas y comunistas del Ayto. de Madrid con el ilustre patriarca de la iglesia, dizque católica, en defensa del diálogo con el dictador venezolano…,o el implacable seguimiento de su señoría valenciana con el ex presidente Zaplana a pesar de las recomendaciones médicas, paseos por el pasillo excluidos, que bien pudieran haber sido puestas de manifiesto con el carcelero-terrorista Bolinaga, al que la muerte tardó en llegar dos años después de la inmediatez que justificó el exministro Fernández.
¡Ay las varas de medir de esta nuestra Expaña!
Y en ello estaba, cuando en nuestra villa nos encontramos con que los dos partidos más representativos de la derecha patria está en pie de guerra, digo de pre-elecciones.
Y mientras en el bando azul, por decidir todo, pero temiendo que la viña se quede vacía se alían, Susana y el Consejero, con una primera beneficiada que se llama Almudena, los naranjas de C’S se hacen fuertes y apoyados en un póker de valientes defensoras del partido y de sus posibles actas en el gobierno municipal, crean una guardia pretoriana que ya está haciendo temblar y mucho, al que se veía en la cima y solo sirvió como puente necesario para rematar a Miguel Ángel… Querido Adolfo, la política es así y cuando la mano que mueve las listas olfatea moqueta (es decir, poder) son los propios los que aparecen y se caen los arietes iniciales.
Cuántas alegrías y no pocos lloros, nos quedan aún por ver. En este descontrol de encuestas, líderes de quita y pon, compromisos y compromisarios, devolución de favores y restitución de honores, nos quedan días de sorpresas y, como no puede haber para todos, de navajazos al viento.
Haga lo que haga, cualquier candidato, azul o naranja, será el primer contrincante de los propios y en unas elecciones, que no serán fáciles, en las que las lealtades serán el empujón añadido para incrementar un concejal, las disensiones internas y el derramamiento de sangre del mismo RH, acabarán apartando, aún más, a los dos partidos de una mayoría relativa.
Sería interesante, muy interesante esas primarias en ambas formaciones, para poder visualizar en dónde está la verdad electa de sus militantes y/o simpatizantes, pero me temo que haciendo uso del índice one, o sea del mandato por jerarquía, impondrán nombres y listas para cerrar la grieta pozueleña.
No me imagino que supondrá eso tras las elecciones a nivel partido, pero nada que envidiar, seguramente, a las maras salvadoreñas, sin derramamiento de sangre por supuesto, pero todo por la pasta.
Como ciudadano me preocupa, además, que todo ese desgaste interno, haga flojear, aún más, la capacidad de trabajo hacia nuestra villa porque no solo tienes que evitar a la oposición, los contrarios, sino, lo más grave, tienes que defenderte de los propios: el enemigo. Y otra vez será una legislatura perdida y con el PP ya van…
Limpien su casa, arreglen sus cuitas, llámense a la cara cuantas cosas quieran y decidan que, si quieren ser “trabajadores de los ciudadanos”, tienen que llegar con una libreta en blanco a cubrir en beneficio de sus vecinos y no con una mochila llena de deudas a cobrar para que las paguemos los contribuyentes.
Por enésima vez, nuestra villa, me temo, volverá a tener el capital y, con el dinero, la desgracia del despilfarro. El final de capitulo ya nos lo deja Susana y su equipo: ni modernización de barrios – ¿o cascos, querido Ulecia? -, ni compromiso social a pesar de la renta, ni garantía de movilidad operación asfalto incluida, ni mejoras medioambientales tendidos eléctricos al viento, ni por supuesto empleo para retener el talento… Y de Coca de la Piñera qué decir.
Interminable sería la lista y como en la canción “solo le pido a Casado y Rivera que Pozuelo no les sea indiferente” dejando dentro de la jaula los grillos y apostando por el futuro de nuestra ciudad.
Como siempre, si no se comprometen, en nuestra papeleta electoral está la decisión.
A. Nogueiro