¿Quién adormece a nuestra ciudad, alcaldesa Quislant? A pesar de todo, mi recuerdo para Diana Quer y el perecido homenaje que le rindió Pozuelo con la esperanza de un “nunca máis”
Sobrecogidos aún por el despliegue de cariño al dictador chino, mostrado por la alcaldesa que cerrará Madrid, incluida la expulsión del disfrazado Winnie the Pooh de Sol, para que nadie osase hacer risas con el frívolo comunista y, tras la vibrante aparición bermellona, escalinatas abajo, frente a los tiranosauros caribeños de Begoña de África y sus humanitarias reuniones… en ausencia con las damas de blanco; ella, tan próxima, como su “ilustrado” marido, con las causas oprimidas, siempre que sean populistas…
Sobre cogido, digo, miro a nuestro Pozuelo vital y nada cambia para que todo siga igual, políticamente hablando, y veo a todos los partidos, excepción hecha de las tropas de nuestro vecino presidente por disidentes (un buen candidato como Bascuñana, tan alejado de sus colegas del Gobierno de la Nación en fondo y forma, mientras que el resto de formaciones (con la incorporación de VOX), no saben ni contestan lo que coloca a candidatos posibles, al borde de un ataque de nervios, sino de caspa.
Es todo un dejá vu y, si cerrásemos los ojos, sería igual este año que el pasado, nada distinto al próximo, me temo. Siempre por un camino que nos seguirá conduciendo a otra vía muerta para desgracia de Pozuelo y de sus ciudadanos perdiendo oportunidades que, sí ven nuestros alcaldes colindantes que hacen crecer sus ciudades y, con ellas, las oportunidades de mejora de vida para sus habitantes.
Pero ya sabemos que viviendo en una ciudad en la que “nadie se tiene que ir a buscar vida fuera…”, Almudena dixit y, cuál precursora accidental de CumSánchez, nuestra alcaldesa por Asamblea, erre que erre con vinos y tapas, vital en cascos propios, “riesgoso” si saltamos de barrio. Eso sí, volverá a sombrarnos con la Cabalgata maga que más allá de la alegría de los peques, únicos reyes de la misma, mostrará la indigencia estética que todos los años acostumbra, aunque al menos sigue. Podía ser peor.
Pese a todo, no podríamos abandonar nuestra crónica semanal sin recordar a Diana Quer. Estas páginas han sido testigo directo de lo que ella, a través de su padre, supone como ejemplo y reflejo de lo que nunca máis tendría que ocurrir.
Su recuerdo en tan destacada situación de nuestra villa es el recuerdo a todas y cada una de las víctimas de cualquier depredador sexual y no conociendo caso de recuperación social, me pregunto cuál es la razón de que millones de firmas no encuentren acomodo legal…
¿Será por la diferencia de pensamiento político?¿Tendrá algo que ver la procedencia económica-social de la asesinada?¿Dónde están todas esas demostraciones públicas que si vimos contra la manada?…
Y recordando a Diana y apoyando a su familia, una vez más y van, querida Susana, otra vez una oportunidad perdida de haber procurado un acto con el todo Pozuelo (¿cuántos estaban informados?, mejor dicho ¿cuántos saben hoy que ella tiene, como recuerdo “a todas las víctimas inocentes” parque, poema y escultura?), porque la dedicatoria es de todos los pozueleños que, aún no sabiéndolo, hemos sido vecinos de ella y seguiremos recordándola con la esperanza de evitar tragedias similares.
Qué ocasión, querida Quislant, para abandonando el rodillo mayoritario, junto a la oposición, la familia, todos los vecinos y el benemérito cuerpo hubiésemos mostrado al mundo que todavía queda esperanza, que hay futuro, siempre que caminemos juntos.
Pero eso, Susana, sería demasiado, para tan despótica y ensoberbecida alcaldesa. Y aún nos quedan seis meses.
Descanse en paz Diana y como tan bien recordaban en La Voz de Galicia: ¡Que tu legado y tu recuerdo se hagan inmortales!
Es la única forma de mitigar tu ausencia.
A. Nogueiro