¿Por qué la alcaldesa de Pozuelo no cesa ya a Beatriz P. Abraham si ha demostrado, durante casi 16 años en el cargo y un millón de euros chupando del bote, su inutilidad? ¿Por miedo a su marido?
Pozuelo sigue siendo noticia. Y los vecinos andamos algo perdidos preguntándonos, ¿por qué la Alcaldesa no cesa ya a Juana Beatriz Pérez Abraham?
Manolo me preguntó el sábado si sabía cuál había sido la participación de esta concejala en la representación municipal que acudió al barrio de la Estación donde se produjo un terrible incendio el viernes por la noche.
Por supuesto, tuve que decir la verdad. “Ni idea, Manolo”.
Y Manolo me volvió a abrir los ojos. “Querida Sira, ninguna”.
Esta mañana desde mi taller, terminando un encargo muy especial para una amiga, pensaba en nuestra conversación en torno a la concejala de acento forzado y cansino que llevará 16 años viviendo de todos nosotros en unos meses. Juana Beatriz. La misma a la que no le gustan mis bailarinas de a diez euros. La misma que lleva viviendo como concejala, como si se tratara de una vecina de La Finca. El Capi la llama “la chica del millón de euros”.
Juan Beatriz Pérez Abraham, la amiga íntima de la hermanísima Almudena Ruiz Escudero. Y cuentan que también de otras personas nada recomendables. La misma que se calza el verano y sus vacaciones de Navidad y Semana Santa como un derecho inherente a su persona. Que no permite injerencias por parte de nadie. Y que es el cargo público que más días de asueto disfruta gracias a la cosa pública. Calculan que entre unas cosas y otras casi dos meses al año.
¡Dos meses al año! Si a esto sumamos su jornada laboral, a la que dedica un par de horas al día por cinco días a la semana, echamos cuentas y la señora Pérez no se querrá ir de nuestro municipio ni con agua caliente.
Lo peor de todo es que se lo permiten. Se lo permiten. Se lo permiten. Me dice Manolo que ella repite como un mantra “Soy intocable”. Y que ese mantra ha calado por todos los Alcaldes y Alcaldesas de este municipio. Pase lo que pase. Haga lo que haga. O no haga lo que no haga. Ella es intocable.
Quise enterarme algo más de su posible futuro político y llamé a mi amiga Cristina, la que trabaja cerca de Génova. Conté con pena y rabia como la susodicha concejala abandonó a su pueblo este verano tras una fuerte explosión en la estación. Cómo se la juega la Bea en este municipio. Y cómo tiene y mantiene cabreado a todo el personal que depende de su concejalía.
Cristina al principio repitió su nombre. Por supuesto, no sabía quién era. “¿Qué lleva más de 15 años como concejala?”, repitió. No la conocía. Yo no daba crédito. Me dijo que me llamaría más tarde. Iba a informarse. Al rato me devolvió la llamada. Nada. Nadie sabía nada de ella. Entonces se me ocurrió recurrir a su parentesco conyugal. Y entonces se aclaró todo. Como todo Pozuelo sabe está casada con un diputado por Almería que vive en Pozuelo.
¿Posibilidades de seguir? “Depende de quien haga la llamada, Sira”. El Partido Popular de Madrid debería escarmentar y no aceptar ninguna llamada a favor de esta persona. ¿Qué ha hecho por nuestro pueblo? ¿Le preocupamos algo? No ha hecho nada. Se ríe de nosotros. Y miró mis bailarinas de a diez euros con cara de asco. Nunca lo olvidaré.
Es de esas personas que no habla bien de nadie. Ella llegó, según cuentan, gracias a la amistad de su marido con Jesús Sepúlveda. La mantuvo por el mismo motivo. Insisto, amistad sólo con su marido. La mantuvo Adrados por lo mismo. Amistad con Juan José Matarí y Javier Arenas.
Cuentan las malas lenguas que Susana Pérez Quislant anda llorando por las esquinas porque no puede cesarla sin recibir una reprimenda por parte de algún jefazo.
A mí personalmente, que la proteja su marido, me parece hasta natural. Eso me da igual. Pero que la proteja un político del PP (aunque sea su marido)a sabiendas de que es una de las peores concejalas y personas que hay en ese Ayuntamiento de Pozuelo, me parece un acto de inmoralidad política y personal sin precedentes.
Si no, que pregunten a familias de Pozuelo que alguna vez han necesitado la ayuda de la concejala de Servicios Sociales de La Casa. Que pregunten.
El tiempo de esta mujer ha terminado. Terminó hace mucho tiempo. Y no queremos seguir sufragando sus espléndidas vacaciones con nuestro dinero. ¡Basta ya!
Como ella no tendrá la dignidad de marcharse, ojalá que el nuevo PP le enseñe la puerta de salida. Si quieren cambiar las cosas, Juan Beatriz Pérez Abraham debe irse. Si o si.
Pozuelo se merece una concejala o concejal de Familia y Servicios Sociales a la altura de los vecinos.
Sira Q.