El arte en la Central de Abasto de Ciudad de México

Las más de doscientas cincuenta hectáreas de la Central de Abasto de la Ciudad de México la hacen lo suficientemente atractiva porque es la central más grande de todo el mundo.
Pero además tiene otras singularidades. Se trata de una ciudad donde conviven a diario más de medio millón de almas alrededor de otra megápolis, la capital de la República, la Ciudad de México con cerca de treinta.
Pero su importancia se hace aún mayor cuando se convierte en el segundo mercado más relevante del país tras la Bolsa de Valores Mexicana.
Además de los miles de puestos que parece que nunca cierran, hay una ornamentación que va desde hoteles a restaurantes donde se pueden degustar los mejores tacos de México.
Pero algo faltaba en este mundo fascinante de la Central de Abasto de Ciudad de México. Claro, faltaba el arte, la esencia del ser humano, la parte más creativa que pervive para siempre porque vive en el imaginario del alma de los hombres y mujeres. Por eso, entre los muros grises y descuidados, más de treinta artistas empezaron a plasmar su sensibilidad en lienzos donde involucran a los habitantes y visitantes de la Central de Abasto. Son lienzos que reflejan temas relevantes de la sociedad mexicana, de sus inquietudes, sus historias, sus valores, su esencia en definitiva.
El efecto del arte en la Central de Abasto ha sido doble: por una parte le da la importancia que amerita el mundo del arte y por otra el respeto a los espacios limpios con el cuidado de los lienzos. Porque cada vez más nos concienciamos que hay que cuidar del planeta y la Central de Abasto no es ajena a ello. Es un asunto educacional que nos compete a todos. En ese sentido la Central de Abasto de la Ciudad de México respeta el compromiso de la expresión artística y de la limpieza y cuidado del medio ambiente de una manera simultánea.
Visiten, visiten los que vayan a Ciudad de México su Central de Abasto, no se arrepentirán.