La decisión de Zinedine Zidane de abandonar el Real Madrid no es tan sencilla como nos lo ha querido vender. El problema es la salida de Cristiano Ronaldo y su guerra con Florentino Pérez

Sorpresa e incredulidad ante la decisión de Zinedine Zidane de abandonar la nave madridista. Y más ahora que todo lo tenía de cara pese a haber sido una temporada con luces y sombras. Una temporada, dicho sea de paso, en donde el equipo únicamente ha brillado en Kiev ante el Liverpool, consiguiendo la tercera copa de Europa consecutiva. Un record hasta ahora sólo al alcance del Madrid.
En mi anterior comentario, precisamente, hablaba de los problemas que podría causar éste triunfo en el Madrid a raíz de las declaraciones de Cristiano Ronaldo poniendo en duda su continuidad en el club madridista.
Dije entonces que el problema de Ronaldo se llama Neymar. Pero ahora añado que el problema de Zidane también es Ronaldo y me reafirmo en mi creencia de que el portugués tiene los días contados en el Madrid. El Ser Superior tiene sus propios planes para el club que preside.
Zidane no está por la salida de Ronaldo de Madrid pero ya se enfrentó en su día con Florentino Pérez cuando, públicamente, dijo que el Madrid no necesitaba un portero, estando todo preparado para la llegado de Kepa, portero del Athletic de Bilbao, y no quiere abrir una segunda guerra.
El técnico francés siempre ha mostrado su compromiso con la plantilla madridista, titulares y suplentes. Y no le tembló el pulso cuando sentó en el banquillo a Bale y a Benzema, que luego sería el principal valedor del delantero galo. Pero Zidane se ha cansado de aguantar y enfrentarse al Ser Superior.
El entrenador francés dice que se va por el desgaste sufrido y porque los jugadores necesitan el aliciente de otro entrenador que les motive para ser un equipo ganador pero eso no es muy creíble. No lo se.
Llegó al Madrid en enero de 2016 para cortar la crisis de Rafa Benítez y ahora, en cinco días, después de ganar su sexto título da un portazo y se va del equipo.
No lo entiendo. Es por algo más.
José Antonio Rosa