Consideraciones y puntualizaciones sobre la depuradora de Húmera y la necesidad de sanear la zona para evitar infecciones de Lehismaniosis. Un artículo de un vecino afectado (2ª parte)

La EDAR de Húmera vierte las aguas que trata al cauce del Arroyo Antequina, al igual que lo hace la EDAR existente en el recinto de la Universidad Complutense y, como ya se explicaba en el artículo anterior, siendo de conocimiento público que en la EDAR de Húmera han existido y existen problemas de funcionamiento que hacen necesario e imprescindible la ejecución de medidas correctoras, a ejecutar de inmediato, con el presupuesto ya habilitado por el Ayuntamiento de Pozuelo, quiero llamar la atención sobre la situación que este mal funcionamiento supone con relación al Medio Ambiente en la zona limítrofe a la misma.
Como es sabido, se han producido emisiones de olores nauseabundos que hacen muy desagradable convivir con los mismos y que respirar esa atmosfera contaminada puede suponer situaciones no convenientes en la salud para la población del entorno, incluyendo el Aula de Educación Ambiental que está situada al lado de la EDAR.
Dado que por el Arroyo Antequina, en periodo de estiaje, no discurren otros caudales que no sean procedentes de las Depuradoras al principio mencionadas, el vertido de las aguas insuficientemente depuradas y que discurren a cielo abierto hasta el Término Municipal de Madrid, al menos hasta cruzar la Carretera de Castilla, supone someter al cauce a unas condiciones ambientales y sanitarias inaceptables, siendo este un cauce que forma parte importante del Parque Forestal Adolfo Suárez (antes llamado Somosaguas)
Esta situación supone un caldo de cultivo para el desarrollo de insectos que pueden suponer una amenaza para la salud de las personas que viven y/o transitan por el entorno de las zonas afectadas.
A través de información que he podido recabar de los habitantes más próximos a la EDAR de Húmera y al Parque Forestal Adolfo Suárez en años anteriores y siempre en periodos de verano, se produce una emigración de insectos desde el Parque Forestal hacia las viviendas más próximas al mismo, que solo se ha controlado cuando, después de comunicarlo al Ayuntamiento de Pozuelo, se ha fumigado dentro del Parque Forestal.
Es sabido que estamos en una zona que, según la Comunidad de Madrid, está calificada como endémica en cuanto a la infección por Lehismania y que las condiciones para el desarrollo del insecto que la transmite coinciden con las condiciones que se dan tanto en la EDAR como en el cauce del Arroyo Antequina.
Esta enfermedad afecta a animales como perros, liebres, conejos y también a los humanos y según he podido saber en estos años han sido varios los perros afectados por la misma en esta zona.
También he conocido, esto si que es realmente grave, el caso de un niño de pocos meses de edad que en el año 2016 estuvo afectado por infección de Lehismaniosis Visceral transmitida por insectos portadores de la misma y tuvo que ser hospitalizado en situación de extrema gravedad.
Como resumen de lo expuesto, considero se deben realizar las siguientes actuaciones con carácter de urgencia:
1 – Corregir de inmediato las deficiencias de funcionamiento de la EDAR de Húmera, así como vigilar el funcionamiento y calidad de los vertidos de las dos EDAR que vierten al Arroyo Antequina.
2 – Agilizar al máximo los plazos para la ejecución de la nueva EDAR, tal como se dice en el “Plan General, página 4 del Anexo II-Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales para cumplir con la Directiva 91/271 CEE”.
3 – Limpieza del cauce del Arroyo Antequina y efectuar las medidas necesarias de tratamiento de plagas de insectos nocivos y peligrosos para la salud de las personas y animales.
Apelo a los Organismos competentes, creo que serán el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón y la Comunidad de Madrid (ahora su consejero de Sanidad es pozuelero) para que con la urgencia que exige esta situación tomen las medidas necesarias y con carácter urgente que supongan dar una solución definitiva de los problemas existentes.
De lo contrario serán responsables de todo lo que suceda sanitariamente. Especialmente, el consejero Enrique Ruiz Escudero.
Un vecino de Húmera