¿Por qué la alcaldesa de Pozuelo no asistió a la reunión de los grandes ayuntamientos de España para conocer y apoyar la nueva norma que permitirá reinvertir sus superávits? Es increíble.

Cuándo me lo dijeron no me lo podía creer.
¿Cómo que la alcaldesa de Pozuelo, una de las grandes ciudades afectadas por la ley que impide reinvertir el superávit, no fue a la reunión en la sede de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), en la que se comunicó que el Gobierno de España iba a rectificar?
No fue. La reunión era a las 11 de la mañana y, a esa hora, Susana Pérez Quislant acababa de llegar al Ayuntamiento de Pozuelo?
Al parecer, a la alcaldesa de Pozuelo no le interesaba apoyar y conocer los detalles de una acción política que beneficia mucho a Pozuelo. Una ciudad que, desde hace años, tiene la mala costumbre de dar superávit y que, como no podía reinvertirlo, lo guardaba.
Mal ha estado dar superávit tantos años, por lo que significa de descontrol presupuestario pero, ya que se consigue, lo normal es reinvertirlo en la ciudad. Es lo suyo. Pero no se podía porque la ley lo impedía. A partir de ahora, sí.
Sin embargo a Susana Pérez Quislant no le interesaba dar su «fuerza moral» de cientos de alcaldes como ella que cumplen sus obligaciones y que han conseguido que el Ministerio de Hacienda acepte «prácticamente todas sus propuestas a corto y largo plazo». A lo peor es que no quería saberlo por lo que significa de tener que trabajar.
Lo cierto es que a la alcaldesa de Pozuelo, que vive para ponerse medallitas de cartón piedra, no le interesaba ponerse una de oro como es esta victoria municipal.
A esta mujer, sin duda, no le interesa Pozuelo. Pero nada. Ni siquiera le interesa la política. O tal vez, no sabe de política. El Gobierno de la Nación sacará un decreto, en 15-20 días, que permitirá la reinversión y la alcaldesa de la villa, pasa. Es increíble.
Queda un año para reinvertir ese superávit e intentar recuperar, aunque sea políticamente, a los afiliados del PP en Pozuelo y a la alcaldesa le resbala…
Me contaban ayer, a última hora y en su descargo, que posiblemente Quislant no fuese a esa reunión porque se lo prohibiese el PP regional. Y no solo a ella sino también a todos los alcaldes del PP de las grandes ciudades de la Comunidad de Madrid. Esa victoria política era “cosa de la izquierda” y no tenía que ser apoyada por la derecha de ninguna manera. Y la verdad, no sé que es peor: Si que Quislant no fuese por su habitual desidia o porque se lo prohibiese el PP regional…
Jamás vi nada más torpe, políticamente hablando. Jamás.
¿Hasta qué nivel de torpeza ha llegado este PP que, de ser así, permite que la izquierda apoye su precampaña electoral a las municipales en esta clara victoria política?
¿Cómo le pueden entregar la victoria a la izquierda de algo que la derecha sabe que es fundamental para la precampaña electoral y que se llama inversión?
No salgo de mi asombro… Esta opción no puede ser cierta. En el PP no pueden ser tan lerdos, políticamente. Porque si es cierto que lo mandó el regional, el Partido Popular necesita una reforma profunda… Incluso, una refundación…
Pero no puede ser. No me lo creo. Esta torpeza tiene que haber sido cosa de esta alcaldesa de Pozuelo a la que nadie votó. Porque, incluso, prohibiéndoselo el partido, ella tendría que haber ido… Ella se debe a los vecinos de esta villa… Se debe a Pozuelo de Alarcón…
Pero no fue.
¿Cómo no vamos a querer que te vayas?
Cuanto antes.
El Capitán Possuelo