Objetivo: “menores cero alcohol”. La confianza es buena, el dialogo importante y el control imprescindible

Con motivo de la adhesión de nuestro municipio a la Red de Ciudades para la prevención y consumo del alcohol por parte de menores de edad, es necesario recordar la importancia que tiene concienciar a las familias de que deben dialogar con sus hijos adolescentes, así como la pedagogía en las relaciones paterno filiales en esa difícil etapa de transición en la vida.
Igual de necesaria es la llamada a la conciencia social entre políticos y autoridades (en este caso las municipales) para darse cuenta de que estamos ante un asunto prioritario, que afecta, sólo en nuestro municipio a miles de jóvenes y sus familias.
Y comentaba en el titular de este artículo que, sin duda, la confianza, el dialogo, la atención y la educación son buenas, pero ¿Y el control a esta plaga social?
¿Cómo es posible que haya tiendas en nuestra ciudad que dispensen alcohol a jóvenes sin requerirles SIEMPRE su identificación, y no aleatoriamente cuando estimen oportuno?
¿Cómo es posible que los jóvenes (algunos de ellos menores) se reúnan en sitios, concurridos y conocidos de antemano por las autoridades a hacer botellón (consumir alcohol en la vía pública), sin encontrar la más mínima contravención por parte de la autoridad, ni prevención “in situ” de los servicios sociales?
¿Cómo es posible que los establecimientos denunciados previamente por la infracción de esta norma (la venta de alcohol a menores) sigan pudiendo dispensar alcohol y que las autoridades no precinten de inmediato el local?
¿Cómo es posible que los fabricantes y distribuidores de bebidas con alcohol sigan sirviendo a este tipo de establecimientos, sin que exista ningún registro de infractores o al menos un código de comercialización responsable?
¿Cómo es posible que las familias no se les obligue a acudir a cursos de reeducación y formación cuando sus menores son atendidos por los servicios de emergencia o la policía (algunos de ellos con reiteración) por problemas de consumo y adicción al alcohol?
Los más de 7.000 menores atendidos al año por los servicios de emergencia con cuadros de coma etílico (solo registrados por las estadísticas), la edad media de comienzo del consumo de alcohol antes de cumplir los 14 años, la permisibilidad social y la laxitud de las autoridades, dibujan la punta del iceberg del problema y un cuadro muy preocupante para nuestros hijos y sus familias.
Más allá del protocolo, de las rúbricas, las fotos, las notas de prensa, las charlas instructivas y demás, son necesarias actuaciones contundentes para que se cumplan las normas, para que haya permisividad cero por parte de las autoridades, para que se ataje el Botellón y para que haya una mayor coordinación efectiva entre la Policía, los servicios de asistencia y los servicios sociales del Ayuntamiento.
No podemos mirar hacia otro lado. Sí a la prevención y a la educación, pero también al control y al cumplimiento estricto de la norma.
Adolfo Moreno, Portavoz Ciudadanos