La tradicional seguridad ciudadana de Pozuelo ha saltado por el aire delante de las narices de Quislant, Sampedro, Rodríguez y Palma, que mienten diciendo que no pasa nada. Y sí pasa.

Hace una par de semanas, la Junta Local de Seguridad de Pozuelo de Alarcón celebró una reunión en la propia Casa Consistorial, con la presidencia de la alcaldesa Susana Pérez Quislant y a la que asistieron el concejal de Seguridad Gerardo Sampedro; la comisaria del Cuerpo Nacional de Policía en Pozuelo Estíbaliz Palma; la oficial jefe de la Policía Municipal de Pozuelo Sonia Rodríguez; el director general de Seguridad, Protección Civil y Formación de la Comunidad de Madrid Carlos Mª de Urquijo; el asesor de la dirección general de Seguridad de la Comunidad de Madrid Javier Hernández; y el consejero técnico de la Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid José Ignacio Relanzón.
Tras esa reunión y mintiendo, sacaron una nota de prensa en la que decían en su titular: “Bajan significativamente los delitos graves en Pozuelo de Alarcón durante el año 2017”.
Era un titular penoso. Estaban a 15 de diciembre de 2017 y basaban su rotunda afirmación en datos que daba el Ministerio del Interior correspondientes solo al primer semestre del año 2017 y ellos hablaban de todo el año que no había terminado, como ya denunciamos en este periódico.
No entiendo como personalidades de ejemplar trayectoria política aceptaron esa mentira tan burda. Pero allá ellos con su conciencia. La realidad es que, de un tiempo a esta parte, los delitos graves, sobre todo los relacionados con el robo (por ahora solo con fuerza en las cosas), se están produciendo en Pozuelo con demasiada frecuencia y facilidad. Y no hay más que salir a la calle para saberlo. La Junta de Seguridad Local, insisto, mentía. Algo bastante habitual en Pozuelo.
Y la realidad es que están siendo atacadas viviendas de grandes y pequeñas urbanizaciones, tiendas y comercios de núcleos urbanos y barrios de toda la villa. Y el problema es que da la sensación de que las autoridades políticas y policiales no hacen nada. O aparentan no hacer nada porque, de entrada, están mintiendo cuando aceptan pulpo como animal de compañía en una nota oficial del Gobierno de Pozuelo. Creo, en cualquier caso, que hacen poco.
No culparé a los políticos de la Comunidad de Madrid que asistieron a la Junta de Seguridad. Ellos son “turroneros”, van de pueblo en pueblo contando sus estadísticas y, en cuanto salen del pueblo, se olvidan de que han estado en él.
Pero si lo haré de los políticos y profesionales que viven y trabajan en Pozuelo de Alarcón. No entiendo, por ejemplo, como la comisaria Estíbaliz Palma, con su buen currículum profesional, traga. En Pozuelo hay problemas, señora Palma. No me puedo creer que la Policía Nacional de esta villa solo esté para hacer carnés de identidad y no se entere de nada… No me lo creo. Usted sabe que la tradicional seguridad ciudadana de Pozuelo ha saltado por el aire. Nunca estuvimos tan mal desde los primeros años ochenta del siglo pasado. Se solucionó el problema entonces y aún no estaba la Policía Nacional en este pueblo. ¿Qué está pasando ahora, comisaria?
¿Qué está pasando oficial jefe de la Policía Municipal Sonia Rodríguez? Todo el mundo dice que usted se vanagloria de haber trabajado en lugares duros y peligrosos y que lo que sucede en Pozuelo no es nada. Pues sepa usted que aquí nunca ha pasado nada. Pero de verdad. Y está pasando mucho.
Y no pasaba nada porque la Policía Municipal cumplía con su obligación y en la calle, señora Rodríguez, se piensa que nuestra policía municipal no lo está haciendo ahora. Dicen que es usted muy amiga de la alcaldesa Quislant y que le gusta regalarle el oído. Y a mí eso me parece muy bien pero la obligación está por encima de la devoción y parece, por lo que cuentan, que no está cumpliendo con ella. Sólo eso. Así que seamos serios, señora.
Preguntar qué está pasando al concejal de Seguridad Gerardo Sampedro es tontería. Hace bastantes meses que está cesado de facto. La alcaldesa le cogió ojeriza y lo lapidó. Ha habido reuniones sobre la seguridad de Pozuelo en las que ni se le citaba. A Quislant le gusta mucho que se sepa quién manda en el Ayuntamiento.
Gerardo, tío, dimite… Te están descabellando. Están haciendo a diario que bajes la testuz. No merece la pena que sigan manteniendo lo que debería ser inasumible a tu costa. A ti no te pediré cuentas. Allá tú también.
A quién sí hay que pedirle cuentas es a la alcaldesa Quislant porque ella es la máxima responsable de esta inseguridad ciudadana. Va a dejar Pozuelo como un erial. También en seguridad ciudadana, algo que desde los primeros tiempos de Martín Crespo parecía imposible.
La seguridad, alcaldesa, es una de las cuatro patas en las que se sostiene Pozuelo pero tú no sabes nada. Has venido accidentalmente y te irás sacudiendo las zapatillas para no llevarte ni el polvo de la villa. Pero esta ciudad es lo que es porque ofrecía a sus vecinos seguridad. Y eso era tan importante que nadie se atrevió nunca a jugar con ello. Tú, sí.
Tengo en mis manos algunas de las comunicaciones que las Juntas de Propietarios de las grandes Urbanizaciones ha enviado a los copropietarios para que extremen las medidas. No las publicaré. Da igual. Las policías las tienen. Solo diré que están muy preocupados… Pero a la alcaldesa de Pozuelo todo le da igual… Total para lo que le queda en el convento… Ella solo está para buscarse su futuro…
Es intolerable. Vete ya.
El Capitán Possuelo