Crónica del Pleno de Septiembre en el que el Gobierno de Pozuelo demostró, definitivamente, que carece de Sentido Común o no está a lo que debería estar si alguna vez estuvo
Si Sentido Común es la facultad que tiene el ser humano de juzgar razonablemente las cosas, al Gobierno de Pozuelo le falta Sentido Común. En la vieja Castilla dirían que le falta sindéresis, esa capacidad natural para juzgar las cosas sin necesidad de estudiarlas. En el viejo Pozuelo lo llamarían cordura que es esa característica de la persona prudente y sensata.
Y es que, en el Pleno de hoy, ha faltado sentido común, sindéresis o cordura como quieran llamarlo… Pero desde el mismo momento de su concepción. Desde el instante mismo en que a la alcaldesa Quislant se le ocurrió presentar dos mociones con más peligro político que un cable en un charco y que ella, que no escucha a nadie, las lanzó al Pleno para echarse un farol e intendar demostrar que sabe… No sabe.
Pero vayamos por partes como diría Jack el Destripador…
Eran las 9 de la mañana cuando me dispuse a ver el Pleno de hoy en mi ordenador con un café caliente y oloroso sobre la mesa. Me dispuse, digo bien, porque verlo ya fue otra cosa. O el Pleno no empezaba o los técnicos del Ayuntamiento que se dedican a la transmisión tenían un problema. Tenían un problema.
Eran las 9,40, y con el café ya frío y sin olor, cuando llegó la señal de la transmisión del Pleno a mi ordenador. Cosas de directo se decía antes o cosas de no haber probado antes, que es lo que suele pasar y que siempre decía yo. Lo sé por experiencia…
En ese momento, los concejales debatían sobre el superávit del presupuesto 2016 pero el tema carecía de interés. Era el mismo debate de todos los años. Quizás observé a Isabel Pita más firme en sus argumentos y menos maestra de escuela pero su discurso fue el mismo de siempre. Yo creo, y también lo he dicho hace tiempo, que un Presupuesto General es la ley más importante y más política del año y en ella se ven claramente las propuestas políticas de un gobierno. En Pozuelo de Alarcón, el Gobierno no tiene voluntad política de hacer nada. Desde Adrados. Y así pasa.
Y después de la daciones o tragaderas, llegaron a las mociones. Y con la primera moción (Ciudadanos), primera muestra de falta de Sentido Común del Gobierno de Pozuelo. Iba sobre el Medio Ambiente y el compostaje como acción particular de los vecinos y el apoyo que debería recibir del Gobierno. Era algo de cajón. Había que aprobarlo sí o sí si se quiere apostar por el Medio Ambiente pero, ay amigo, iba a ser que no. En el Gobierno no quieren apostar.
Y no solo que no, Eduardo Oria, que es el concejal de Medio Ambiente de Pozuelo, se felicitó por llevar los restos orgánicos para posibles compostajes a Pinto. Como sé que te gusta el arroz con leche, por debajo de la puerta te meto un ladrillo. Y luego habló de niños. Y del CREAS. Y de ropa vieja. Y de vidrio… Me quedé de piedra.
En un instante pensé que se había confundido de papeles… Oria, tío, que esos no son los que tocan…
No se puede tener menos lacha. Helio Cobaleda lo achicharró y Adolfo Moreno lo hizo picadillo. Pero el Gobierno votó en contra y él comerá hoy en su casa tan tranquilo. Con lo fácil que hubiera sido ponerse una medalla… A parte de carecer de sentido común, el Gobierno está a otras cosas si es que alguna vez estuvo. Terrible.
La segunda moción (Somos Pozuelo) iba sobre el fomento del empleo para jóvenes retornados. Nada. Tema recurrente e impuesto por Madrid. Perpignà no se lo creía del todo y Almudena leyó el argumentario de la Comunidad de Madrid sobre el tema. Se nota que tiene influencia en la Puerta del Sol.
La tercera moción (PSOE) fue la prueba del nueve para demostrar que el Gobierno carece de cordura. Proponía un plan de mejora del mobiliario urbano de Pozuelo. Algo de cajón de madera de fruta. Nada. Mira que era fácil decir que sí. Pero Eduardo Oria (huele a nuevo portavoz que tira para atrás) dijo que eso ya lo estaban haciendo o pensaban hacerlo. Acojonante. Y el tío se queda más ancho que largo, dicho sea sin segunda intención, no me sean suspicaces. Nada. Caso cerrado.
¿Pero qué pasó después para que esta crónica tenga como idea madre la falta de Sentido Común del Gobierno de la señora Quislant?
Volvamos al principio: La alcaldesa, por aquello de quedar bien (supongo que ante sus jefes), se metió en un jardín importante proponiendo dos mociones complicadas políticamente. Una contra el terrorismo en Cataluña, que ya no tenía sentido por estar fuera de tiempo y que terminó en una Declaración institucional como era lo lógico, y otra sobre el ilegal referéndum catalán que, en estos momentos, tantos problemas tiene. Pero ella es así. Carece de sindéresis y cordura política y no sabía el problema que llevaría consigo esta moción.
A mí, por otra parte, me gustaba porque era una buena manera de ver los argumentos de Bascuñana y Perpignà por el conflicto en que se iban a meter.
Pero lo que nace sin sentido, el sentido común lo mata. Y me dicen que en Génova no sentó nada bien la dichosa moción y la mandaron parar. Total, que se retiró sin explicación alguna. Ni siquiera cabía una Declaración Institucional. En Génova 13 si tienen cordura política con estas cosas.
A alguien le vino la idea de sustituir esa moción por otra Declaración Institucional sobre el terremoto de Méjico. Y la soltó. La verdad es que yo no sabía ya cuántas declaraciones institucionales había y me hice un lío… Creo que esta sobre Méjico solo quedó en palabras. Perdieron una oportunidad de rascarse el bolsillo pese a tener ese superávit tan obsceno. Las palabras se las lleva el viento.
Y poco más, las preguntas orales han estado en su línea de siempre. Siempre gana el Gobierno. Aunque, esta vez, me ha llamado la atención la pregunta onanista del Gobierno sobre las Fiestas de la Consolación. La respuesta de Ulecia era como una canción de Los Secretos. Para llorar. Hacía tiempo que no veía a Ulecia tan mal. Las fiestas, querido Carlos, fueron un desatino y lo sabes… Por eso no has sido creíble esta mañana.
Claro que lo mismo la carita era porque ya sabía su nuevo destino y eso le tenía más triste que un torero detrás del Telón de Acero…
El Capitán Possuelo