La corrupción en España no es cosa solo del PP. Y sería bueno que todos recordásemos la trayectoria del PSOE, por ejemplo, y de otros. Un artículo de Pepero Pozuelero

No voy a justificar a nadie ni tampoco a condenar salvo que lo hayan hecho los jueces antes. Solo quiero hacer una serie de consideraciones en torno al desenfreno mediático en el que hemos caído en relación a la detención del ex presidente de la Comunidad de Madrid y a su uso político, creo que torticeramente político.
Y es que si los españoles tenemos poca memoria en general, los políticos españoles no tienen ninguna. A los políticos españoles se les olvida todo rápidamente y más si se habla de corrupción. Cuando hay alguna detención relacionada con algún caso de corrupción saltan todas las alarmas y todo el mundo político desbarra. No recuerdan que el fenómeno de la corrupción no se produce en un solo partido político y solo en este tiempo sino de todos aquellos que han gobernado con mayorías absolutas. Es su caldo de cultivo.
Las mayorías absolutas, como la vivida por el PP en la Comunidad de Madrid o en la Comunidad Valencia, en Andalucía o en Cataluña o en España, como fue el caso del Gobierno socialista del ex presidente Felipe, dan pie a que algunos políticos desaprensivos hagan trampas a su favor, generalmente, o a favor del partido político. Siempre pasa.
Ahora, como decían algunos, habría que disolver, incluso, al Partido Popular sin querer entender que la corrupción la llevan a cabo las personas y no las instituciones.
Si mal no recuerdo, durante el tiempo que Felipe González fue presidente del Gobierno de España, en este país hubo mucha corrupción. Mucha más que ahora.
Veamos y solo serán unos ejemplos:
Caso de los fondos reservados: desvío de partidas destinadas a la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico por valor de 5 millones de euros entre los años 1987 y 1993 para uso privado, enriquecimiento personal y pago de sobresueldos y gratificaciones a siete altos funcionarios del ministerio del Interior.
Caso Filesa: Quizás el más mediático de todos y uno de los más recordados pues el PSOE es, hasta la fecha, el único partido condenado por financiación ilegal, aunque ahora se les llena la boca de acusar a otros de lo que ellos mismos hicieron.
La trama consistió en algo que seguro que a todos les suena: una red de sociedades pantalla vinculadas a socialistas que recibían dinero por parte de bancos y empresas por asesorías e informes que no existían y cuyo coste iba a parar a la financiación de las campañas electorales del PSOE de 1989 y al propio partido.
Llegaron a declarar como testigos el entonces presidente del Gobierno, Felipe González y Alfonso Guerra.
Caso Ave: El caso AVE fue otra corruptela de la etapa Felipista y a la vez relacionada con Filesa. Esta vez el escándalo saltó por el cobro de comisiones ilegales por la adjudicación de las obras del AVE Madrid-Sevilla.
La empresa Siemens pagó más de 6 millones de euros a tres sociedades vinculadas al PSOE (Filesa entre ellas). Hubo 6 condenados, entre ellos la responsable de finanzas del PSOE, Aída Álvarez.
Caso Seat: Pago de 175 millones de pesetas por parte del SEAT al PSOE para la recalificación irregular de terrenos de SEAT, con el objetivo de financiar ilegalmente al PSOE. Aunque en la Sentencia consideró probados los hechos, absolvió a los acusados por haber prescrito el delito.
Caso Osakidetza: En las oposiciones al Servicio Vasco de Salud de 1990 se detectó un «cambiazo» masivo de exámenes que obligó a repetir gran parte de las pruebas, a las que se habían presentado cerca de 50.000 aspirantes. Por su presunta relación con este caso fueron detenidos Pedro Pérez, director de gestión económica de Osakidetza, y otras tres personas militantes del PSOE, acusadas de fraude con objeto de beneficiar a miembros del PSOE y UGT e instalar un grupo de personas afines en posiciones de responsabilidad.
Caso Guerra: Juicios a Juan Guerra, hermano del vicepresidente Alfonso Guerra, por cohecho, fraude fiscal, tráfico de influencias, prevaricación, malversación de fondos y usurpación de funciones., de los que fue finalmente absuelto en su mayoría y que supuso uno de los mayores juicios mediáticos del país en muchos años.
Caso Ibercorp: Especulación bursátil con valores bancarios por parte de Mariano Rubio, entonces gobernador del Banco de España.
Caso Urbanor: Una serie de irregularidades en las transacciones para la construcción de las famosas torres KIO, cuando la sociedad Urbanor vendió los terrenos de la Plaza Castilla de Madrid, al grupo kuwaití KIO. Reconociendo los hechos delictivos, el Tribunal Supremo absolvió a los acusados por las prescripción de los mismos. Sin embargo, la Audiencia de Madrid dictó en 2010 pena de cárcel, ratificada por el propio Supremo, por falsedad documental en su defensa.
Caso Sarasola: Gestión irregular por parte de este empresario guipuzcoano del Hipódromo de La Zarzuela y la concesión de la quiniela hípica; presuntos delitos de estafa y alzamiento de bienes en la Sociedad Española de Banca de Negocios.
Caso Urralburu: Una trama de prevaricación y cohecho por el cobro de comisiones ilegales en las obras públicas realizadas por el gobierno del presidente socialista de Navarra, Gabriel Urralburu, entre 1987 y 1991. Urralburu, fue procesado y condenado junto al ex consejero Antonio Aragón.
Caso Salanueva: Detención de la ex directora del BOE, Carmen Salanueva, por una presunta malversación de fondos el 29 de noviembre de 1993. Se estima que pudo cometer un fraude al adquirir papel prensa por un valor total de 2.385 millones de pesetas, precio muy superior al del mercado, causando un perjuicio de más de 653 millones para el BOE y Hacienda. Fue puesta en libertad el 1 de diciembre. En 1994 fue denunciada por imitar por teléfono la voz de Carmen Romero y de la Reina para quedarse con cuadros de un pintor famoso con falsas promesas.
Caso Roldán: Luis Roldán fue un alto cargo del PSOE, delegado del Gobierno en Navarra. Pero además, estuvo al frente de la Guardia Civil durante 7 años. El escándalo de este alto cargo socialista surgió a raíz de la publicación de su patrimonio que se había visto incrementado de manera espectacular con nada menos de 9 propiedades a su nombre. La razón era que Roldán adjudicaba a dedo las obras de los cuarteles de la Guardia Civil llevándose por ello unas suculentas comisiones por las que llegó a acumular un capital de 1.700 millones de pesetas. Tras darse a la fuga y permanecer desaparecido durante 10 meses, finalmente fue capturado y condenado a 28 años de prisión.
Caso Palomino: El cuñado de Felipe González, Francisco Palomino, ganó 346 millones de pesetas gracias a la venta de su empresa, en quiebra técnica, por 310 millones a CAE, (luego comprada por Dragados), cuya cartera de obras para el MOPU se multiplicó. Posteriormente, una investigación le vinculó con la mala calidad de las rejas de la cárcel de Sevilla 1.
Caso PSV: fraude y apropiación indebida de 18.588 millones de pesetas, para enriquecimiento personal y financiación ilegal de la UGT a través de esta cooperativa de viviendas y de su gestora, IGS.
Hubo bastante más casos de corrupción (incluso, el GAL podría considerarse corrupción) pero a todos se nos han olvidado.
Insisto, no trato de justificar a nadie, lo que quiero es que recordemos situaciones que han ocurrido en España no hace mucho tiempo para todos aquellos que consideran al PP ahora como el partido madre de todas las corrupciones.
Pepero Pozuelero