Las promesas electorales se dicen para no cumplirse, también en Pozuelo

El problema de la hemeroteca, siempre es el mismo, queda para la historia y, siempre que alguien quiera recuperarla, nos traslada a la realidad de lo acontecido, aunque la misma, descubra la verdad de lo ocurrido.
Tendremos que reconocer que una mentira repetida, no se vuelve veraz, por mucho que se insista (aunque el daño quede), pero si es posible que al haber tornado en mito la persona representada con la misma, nadie ose -siendo de izquierdas- a cambiar por la verdad la historia antes representada.
Histórico e ilustre fue, en este apartado, el insigne Tierno Galván que tras múltiples vueltas políticas acabó en el PSOE de la tortilla y nos agasajó con la frase que capitanea nuestra crónica, que como credencial ya pone de manifiesto el respeto a votantes propios y, por supuesto, ajenos. Eso sí, ante el jolgorio y el regocijo de progres y piji-progres.
Y el ejemplo cundió y en esta EXpaña que nos rodea nos hemos llenado de promesas incumplidas y satisfacciones pendientes, salvo para los amigos y familiares y en todas las villas y ciudades los regalos electorales se hicieron posibles. Y así hemos podido disfrutar de carreteras sin coches, aeropuertos sin aviones, hípicas sin jinetes y, por supuesto, sueldos sin trabajo…, sin duda los más cotizados.
Por supuesto que la moda llegó a nuestra ciudad y para no ser menos prometieron soterramientos de vías de acceso y ayudas de alquiler, pero ¡qué pereza! ¿a quién le puede interesar el Programa Electoral tras ganar las elecciones? Y por mucho que la oposición demande cumplimiento al contrato escrito con el ciudadano…el que gana hace…o no.
Y como ya estamos en plena fase de próximas aventuras electoreras los esfuerzos se orientan en capitalizar el nuevo voto y tratar de mantener el que se tiene. Como se compra por los ojos veremos –vemos ya- obras y remiendos sin necesidad y con estética, que harán creer a muchos pozueleños, de buena fe, el buen hacer y preocupación de las huestes Municipales por el bienestar ciudadano. La realidad es otra: tanto por hacer y todo por el voto.
Seguiremos con las promesas incumplidas y a la dificultad de acceso a nuestra ciudad, se une la de imposibilitar una ayuda digna para una vivienda posible y nuestras Concejalas responsables ( Sras. Ruiz y Tejero ) tan felices; ellas cobran a fin de mes y el tiempo perdido por sus vecinos o la imposibilidad de un hogar para llenar de felicidad ni les duele, ni les afecta.
Sigan prometiendo y no cumplan, a lo mejor un día se levantan y mirando alrededor se dan cuenta que se han quedado solos. Sin votos.
¿Seremos capaces de despertar ante tanta engañifa?
Como siempre recuerdo: en nuestros votos está, mientras, sigamos caminando a la espera de alguna promesa electoral cumplida, para regocijo de propios y extraños.
A. Nogueiro