Rivera sorprende a propios y extraños, ¿o no?
Albert Rivera ha vuelto a sacar la patita y los españoles estamos sorprendidos. ¿O no? Yo, sinceramente, no estoy sorprendida por la actitud prepotente e insultante de este emergente político catalán. Tampoco me sorprende que diga las “tonterías” que dice en relación al PP y al PSOE. El PP tiene que ceder ante el PSOE, dixit Rivera ¿en qué tiene que ceder?
Albert tiene un grave problema de comprensión. El PSOE ha dicho NO a dialogar con el PP. A pesar del paripé que está montando después de sus extensas vacaciones y el bloqueo a España. Pedro Sánchez ha dicho NO, NO, NO y ¿qué parte del NO no entiende? Es decir, el PSOE no ha pedido nada al PP. NADA. Por lo tanto, señor Rivera, repito, ¿en qué tiene que ceder el PP? Pues, se lo respondo yo. En nada, porque el PSOE no quiere dialogar con el PP. Ahora bien, si esa cesión que usted exige al PP es llevar a la Moncloa a su socio político y candidato, Pedro Sánchez, no hablamos de cesión. Hablamos de otra cosa. Pero dígalo sin tapujos. No nos mienta más a los españoles ni busque culpables para eximir a su socio de la mayor irresponsabilidad que un político ha tenido jamás.
Hable. Yo, Albert Rivera, político de ¿centro? Y salvador de la patria y de los españoles APOYO sin fisuras, sin condiciones, sin memoria económica, a Pedro Sánchez. Porque sí. Porque me siento cómodo con los socialistas. Porque lo estoy demostrando en Andalucía en contraposición con otros Gobiernos del PP como Madrid o Murcia. Porque a ellos se lo perdono todo. Perdono que Pedro Sánchez avalara la peor gestión política que se ha hecho en España. Le perdono que se mantenga en su posición de bloqueo porque, a la larga, le vendrá bien y algún día será Presiente del Gobierno, a costa de todos los españoles. Le perdono, entiendo el ego y se lo respeto. Yo, Albert Rivera, el todopoderoso, se lo perdono. También le perdono sus pactos con PODEMOS, total, también hemos pactado nosotros con ellos (pero no lo digamos muy alto que muchos de nuestros votantes no lo entenderían, hay que negar la evidencia). Se lo perdono. También le perdono que hubiese justificado una increíble candidatura del canalla y delincuente de OTEGUI. Faltaría más. Porque, Yo, Albert Rivera, soy el socio natural de Pedro Sánchez y le perdono todo. Pero como soy más pillo que él y más listo, al margen de estar más presionado, haré el paripé de no bloquear España con un voto afirmativo en la investidura, pero dejando claro que no me fío de Rajoy y que espero legislar con la oposición, o sea, con el PSOE y PODEMOS.
Porque, amigos, este es el verdadero Albert Rivera. ¿Nos toma por tontos este señor?
Hablemos de regeneración política. Su único recuso contra el PP. La corrupción. Ni si quiera, la presunta. Porque el PP es corrupto, sin más. Los demás son presuntos corruptos, aunque estén condenados. Y en esta línea de Albert Rivera, coherente, afirmó sin rubor alguno en el debate de investidura que admiraba a Felipe González. Y en ese mismo discurso dijo que no se fía de Rajoy. Vaya, con Rivera. Habría que recordarle al de Ciudadanos que en la operación de despejar la “X” o de despedir a ministros en la puerta de una cárcel jamás se ha encontrado ni se encontrará a Mariano Rajoy. ¿Os imagináis que en aquel juicio famoso hubiera sido Presidente del Gobierno un político del PP? ¿Os imagináis si, después de los indicios que había contra él, finalmente, le hubieran citado como testigo y no como imputado? ¿Qué hubiera pasado? ¿Alguien le nombraría como modelo de político? ¿Algún político pondría su nombre al lado del de Adolfo Suárez?
Yo señor Rivera si recuerdo esa época de corrupción condenada descubierta en el gobierno central. Yo si recuerdo operaciones económicas en aquella época del PELOTAZO donde se hablaba de los que se beneficiaron tanto. Yo, Rivera, recuerdo, esa corrupción generalizada y quizás no destapada del todo. ¿Sabe usted quién era el responsable de esos gobiernos? Pues, FELIPE GONZÁLEZ. Ese al que usted admira tanto y cuyo nombre lo trae a un debate de investidura. Y además coloca al lado de un nombre intachable como es el de Adolfo Suárez. Y dice que no se fía de Rajoy. Aclárese ¿De qué regeneración habla usted?
Muchos luchamos contra esa corrupción, descubierta, probada y condenada. Y esos mismos seguimos condenando a todos los corruptos que se demuestre que lo son. Pero, muchos de nosotros, jamás afirmaríamos ni colocaríamos en la misma balanza a Felipe González y Adolfo Suárez y mucho menos si lo que se pretende es agitar la bandera de la corrupción como arma electoral contra un adversario político. Porque hablar de regeneración y tener como modelo político a Felipe González, es cuanto menos grotesco.
Pero Rivera es así… Contradictorio. Oscilante. Lo mismo dice una cosa que la contraria y con la misma firmeza. Va para adelante o para atrás según oscila la aguja «mediática». Así es él. Este político catalán que quiere que le «seduzca» todo el mundo (el PP), y perdona todo a los demás.
Dice SI a la investidura de un candidato, pero le dice que no se fía de él y que quiere legislar con la oposición. Habla de corrupción y mira al PP para condenarles y exalta la figura de Felipe González mirando a la bancada del PSOE. Dice que no pactará con PODEMOS (aunque ha pactado), pero les invita a legislar juntos contra el PP.
Estimado Rivera yo tampoco me fío de ti. Ni me he fiado. Ni me fiaré. Eres más falso que un Euro de madera. Eres pura incoherencia. Deslealtad. Oscilación, cambio de criterio. Y, por último, eres el ejemplo del que ve la paja en el ojo ajeno y jamás mira la viga en la suyo.
Amigos, este señor ha vuelto a faltar el respeto a todos los afiliados del Partido Popular. Ha vuelto a exigir la cabeza de Mariano Rajoy. Extendiendo su falta de respeto a más de ocho millones de votantes. ¿Quién se cree Rivera que es?
Pues yo no me cansaré de decirlo. Y así haré. Seguiré levantando el velo de este socialista envuelto en una bandera “liberal” que no le corresponde y escribiendo todas las incoherencias del “bienqueda” de Albert Rivera. Que no olviden los de Ciudadanos que en el PP, con errores incluidos, a nuestro candidato lo elegimos según nuestros procedimientos internos y con el voto de los afiliados. Que no se confunda Rivera, el candidato del PP no se elige en despachos de grandes o mediáticas empresas. Y como no es el elegido “empresarial” (por esos 35 o 40), sino el elegido por los afiliados, nuestro candidato es MARIANO RAJOY.
El PP ha crecido de abajo hacia arriba. El bastón más importante del Partido Popular somos sus afiliados. Su organización. Hay afiliados del PP hasta en el pueblo más pequeño de España. Siempre hay una bandera del PP en cualquier territorio español. Y eso, amigos, lo hemos hechos los afiliados del PP. Nosotros somos el PP. Ciudadanos, ¿cómo ha crecido? ¿Dónde está su estructura? Recordemos que en un año, saltó de Cataluña a España. Y llegó. Lo que a algunos ha costado décadas, otros lo han hecho en diez meses. Reflexionemos amigos que las vacaciones han terminado y empiezan épocas duras y muchos titulares de prensa.
Gracias
Yolanda Estrada