Tercera y última parte del Pleno de mayo que terminó siendo el compendio perfecto de la política pozuelera: autismo político del Gobierno frente a una oposición inútil
Tras la moción que defendió Mónica García Molina sobre el catálogo de artistas plásticos y que, pese a lo que prometía, resultó un fiasco total, llegó otra moción. La quinta. Otra moción extraña.
Era una moción conjunta de todos los miembros y grupos del Pleno. Iba sobre la adhesión a la Declaración Universal sobre los Archivos del Consejo Internacional de Archivos y digo extraña porque no era una moción ya que no se iba a debatir nada al estar todos de acuerdo.
Al final, Somos Pozuelo se quiso bajar en marcha y la alcaldesa, más reglamentista que el propio reglamento, se empeñó en que no supiéramos por qué retiraban su apoyo a la moción-declaración. El Reglamento del Pleno impedía que retirasen su apoyo, vale, pero hubiera sido bueno saber por qué lo hacían.
Al final todo quedó, como no podía ser de otra manera, en una declaración tan bienintencionada como innecesaria de Ángel González Bascuñana en nombre de todos y en la que se mostraba esa adhesión del enunciado.
Esa declaración de la UNESCO está muy bien para concienciar y comprometer a países del tercer mundo (y para eso la propuso esa organización supranacional) pero es absolutamente innecesaria para España. Primero porque se supone ya se adheriría a ella en 2011, como es natural. Y segundo porque, si en España, aún no tenemos claro el valor de los archivos a estas alturas del Siglo XXI, es para echarse a llorar. Y, desde luego, si ya no lo tenemos claro en Pozuelo, apaga y vámonos.
En definitiva, moción rarita-prescindible. Relleno total.
Y tras esta nueva moción absurda, llegamos a la última. Posiblemente, la más interesante de todas y que llegaba de la mano del Grupo Municipal Socialista. Se proponía un impulso de la participación ciudadana en Pozuelo. Una magnífica moción nacida para morir sin piedad porque este Gobierno no tiene claro que es eso de la participación ciudadana. Es más, creo que no sabe lo que es. Y normalmente se teme a lo desconocido.
El problema de una moción así es que es propicia a la demagogia. Y, como era de esperar, Somos Pozuelo cayó en ella.
Ciudadanos, sin embargo, estuvo muy ponderado y sensato con una intervención modélica sin caer en ningún momento en la demagogia. Adolfo Moreno ha crecido como parlamentario.
(Por cierto y antes de que se me vuelva a olvidar: genial minuto de oro cuando, en medio de su intervención sobre el tema del catálogo de artista, dijo que en la revista ‘Vive Pozuelo’ de Mayo, la alcaldesa Quislant salía en 19 de 32 páginas. Fantástico)
Andrés Calvo Sotelo, por su parte, defendió al Gobierno, como concejal del ramo, es la propuesta de impulsar la participación ciudadana. Y hay que reconocer que la experiencia es un grado y Andrés se ha convertido en un buen parlamentario. Tiene aplomo y una oratoria notable (sus defectos hoy no vienen al caso) e hizo una buena defensa del tema ya que, como dijo, el PP lleva en su programa electoral, punto 53, la elaboración de un reglamento de participación ciudadana, cosa que no llevaba ninguno de los Grupos de la oposición. Ahí, les ganó. Luego lo tiró todo por tierra cuando aseguró que los vecinos no quieren participar y lo demuestran cada día en el Buzón del Ciudadano. Sin duda, me ratifico en que el Gobierno de Pozuelo no tiene claro lo que es la participación ciudadana.
La intervención de Ángel González Bascuñana fue brillante y desmontó la defensa de Calvo Sotelo con varios argumentos. El principal, como ya había apuntado Adolfo Moreno, fue que ocho años después de haber entrado en vigor la Ley de Gran Ciudad en Pozuelo, los sucesivos Gobierno del PP que ha habido no han hecho nada por lo que esa ley obliga.
En este periódico ya nos hemos planteado algunas veces que, a simple vista, da la sensación de que este Gobierno, aparte de sus pocas ganas de trabajar, tiene el hándicap de carecer de concejales lo suficientemente preparados para negociar políticamente.
Y así llegamos a las preguntas con respuesta oral donde, pese a ser intrascendente el resultado final de ellas, tienen tendencia a las broncas.
La primera pregunta era de Somos Pozuelo y la hizo Maite Pina. Desde el minuto dos, Félix Alba la provocó y Maite perdió los papeles. Era una provocación tontorrona y aún no entiendo como Pina picó. Tal vez porque iba predispuesta a ello ya que la palabra España a la izquierda radical le produce ronchas.
El argumento de Maite para ser creíble su pregunta estaba basado en que esa conferencia la tenía que haber montado el PP y no el Gobierno pero ese argumento era poco sostenible. Aunque lo peor fue que, incomprensiblemente, perdió los papeles. Alba, ante ello y siendo su intervención la última, la achicharró. Tanto la dominó que Pablo Gómez Perpignà también perdió los papeles (en este chico es más normal ya lo denuncié hace 9 meses) y dijo “no tienes vergüenza” a Alba. Intervino la alcaldesa y las dos Españas se pusieron de nuevo de pie y los ánimos se enardecieron.
Tanto que, al finalizar Alba, la bancada pepera, excitada, empezó a aplaudir. Aplauso que, incomprensiblemente, reprimió la alcaldesa. Después, en la siguiente pregunta, aplaudió la bancada de la oposición y la alcaldesa volvió a ser la señora Rotenmeyer. No sé por qué. En todos los parlamentos del mundo se aplaude.
Tras la bronca y ya con todo manga por hombro, Ciudadanos volvió a preguntar por el premio a la natalidad y su modificación presupuestaria porque, según ellos, está tan mal planteada la medida ya que el Gobierno no había previsto los niños que nacían en Pozuelo. La cosa quedó en nada, como suele pasar. Y, en la siguiente pregunta, la concejala Michilot cayó en la trampa saducea que son estas preguntas sociales. Como se hacen como una semana de antelación, Beatriz Pérez Abraham tiene tiempo de hacer algo y luego decir, en el Pleno, que los servicios sociales ya están ocupándose del tema. Y lo dice sin caérsele la cara de vergüenza cuando el muchacho objeto de la pregunta llevaba una año en esa situación de indigencia.
Después Paloma Tejero hizo una pregunta onanista (qué bajo estás cayendo Paloma) sobre el Plan Territorial de Protección Civil de Pozuelo de Alarcón y en la que Gerardo Sampedro tuvo los santos perendengues de responder leyendo el prólogo del Plan. No se puede pasar más de lo que pasa este concejal. Y eso que Gerardo es otro chico del millón de euros. Manda güevos.
El Pleno terminó con una pregunta socialista en la que se le pedía al Gobierno información sobre la moción que se aprobó en noviembre en octubre de 2015.
La respuesta de Félix Alba fue total. Para empezar, les recordó que esa moción socialista ya no es suya porque forma parte de una moción más amplia que presentó después el Gobierno. Después, en la línea habitual, le dijo que el Gobierno ya estaba trabajando en ella pero que tardará en llevarse a cabo porque es muy complicada.
Toma nota, Ángel.
El Capitán Possuelo.
Capitán,
Opinión por opinión (y vaya por delante que reconozco que la mía es de parte: soy archivero). Vuelvo sobre la declaración de archivos que ha aprobado nuestro ayuntamiento todos juntos, porque es primavera. Efectivamente, la ciudad de Barcelona, vía comisión de derechos de la ciudadanía, se ha adherido a la #DUA. Esto también ha ocurrido la semana pasada. Es sólo una coincidencia casual, o será que con la primavera los archivos florecen y se ponen de moda. Que en el Pleno hay muchos asuntos más importantes que tratar, pues sí…y según; Según qué idea nos ronde por la cabeza ¿el archivo es una trastienda, no hay leyes, el jefe es el jefe, un archivo público es de puertas adentro? Por mi experiencia, veo todas las semanas el servicio administrativo directo en beneficio del vecino. Hoy toca la administración electrónica, la contención del gasto, el gobierno abierto, el derecho de acceso a la información, la transparencia, y los archivos públicos están dentro de este marco. La Declaración sobre los archivos no es la Declaración Universal sobre los Derechos Humanos, pero quizá, sólo quizá, tenga sentido leerlas en una mañana de primavera.
Muchas gracias por su participación, información e ironía. Saludos