Hoy nos visita: Isabel Pita, Segundo Teniente de Alcalde y Concejal de Hacienda y Contratación
Paciente de hoy: Isabel Pita, Segundo Teniente de Alcalde y Concejal de Hacienda y Contratación
Análisis:
Isabel Pita es la sonrisa agradable de un gobierno triste y taciturno.
Forastera sin ánimo de vivir en Pozuelo, fue fiel escudera de Adrados. Con ella era feliz. Bastaba con seguir las indicaciones políticas de una alcaldesa que solo quería ahorrar por encima de la campana gorda. Y ella obedecía. Era el dúo perfecto.
Con Quislant se lleva peor aunque cumple pero sin entusiasmo. Más por miedo que por devoción.
De Isabel se pueden decir muchas cosas menos que es una mal mandada. Ella es una cumplidora de la voz de su ama y, cuando termina su jornada, señores, hasta mañana.
Con talento político escaso, Pita ha sabido sobrevivir a muchas batallas siguiendo la máxima clásica: En tiempos de tribulación no hacer mudanzas. O lo que es lo mismo, en boca cerrada no entran moscas. Y en el resto de esas batallas, aferrándose a informes técnicos en los que confía plenamente.
Eso sí, no hay problemas. Mantiene a flote sus tareas económicas en una ciudad en la que solo se le pide que recaude. Y eso en Pozuelo está tirado. Aunque hay que decir también que su labor es francamente mejorable. El superávit que da, año tras año, solo puede ser consecuencia de que hace mal los presupuestos.
Veremos cómo aguanta, políticamente, el tirón de la tasa de alcantarillado.
Diagnostico:
A veces parece que su sonrisa forma parte de su estrategia de supervivencia. Es tan exagerada que habría que analizarla en profundidad porque puede ocultar profundas carencias políticas.
Tratamiento:
Necesita volver a Madrid. A ser posible a Génova donde su labor quede camuflada. O pasar a otra concejalía pozuelera. Pita está necesitada de ciertas dosis de coherencia y sensatez pero sería una gran concejala de… ¿relaciones públicas?
Fdo.: Dr. Pozuelo