Tres diputados aguirristas cuestionan el poder de Cifuentes en el PP de Madrid votando en contra de una iniciativa sobre una Ley sobre la gestación subrogada
Tres diputados del PP en la Asamblea de Madrid han dejado en evidencia el control de Cristina Cifuentes sobre el grupo parlamentario y el PP de Madrid. Los ex consejeros de Esperanza Aguirre Luis Peral y Regina Plañiol dejaron a su grupo en minoría al no votar a favor de la iniciativa de Ciudadanos sobre la regulación la gestación subrogada. Es decir, que una mujer pueda llevar llevar a buen puerto el embrión de una pareja. Tampoco lo hizo el ex presidente de la Federación Madrileña de Municipios y al alcalde de Alcorcón, David Pérez, hombre muy próximo a la ex presidenta autonómica. La propuesta fue rechazada por 62 votos a favor y 64 en contra.
Los 48 diputados del PP y los 17 de Ciudadanos le daban una exigua mayoría para sacar adelante la propuesta. Una propuesta planteado por el partido de Albert Rivera, que habían enmendado los conservadores y que tanto la Dirección del grupo como el propio Gobierno autonómico había dicho que iban a votar.
Los naranjas habían presentado una Proposición No de Ley en la que solicitaban que el Gobierno regional le reclamara al Gobierno de la nación una Ley que regulara la gestación subrogada. Los conservadores acordaron apoyar el texto, siempre y cuando se incluyera una enmienda suya en la que se pedía que se hiciese de forma altruista y sin que mediara contraprestación económica y mercantil.
Esta posición dividió a los conservadores. A las nueve de la mañana tenía lugar lareunión del grupo parlamentario previa a la celebración del Pleno. Un portavoz oficial del grupo popular confirmaba que, durante el encuentro, los diputados Luis Peral y Regina Plañiol, ex consejeros en los gobiernos de Esperanza Aguirre, anunciaron que votarían en contra, ya que va contra sus creencias. Otras fuentes también señalaban al alcalde de Alcorcón, David Pérez.
El asunto de los diputados díscolos del PP soliviantó al Ejecutivo autonómico. A mediodía, tras hacerse públicas las discrepancias, el portavoz del Gobierno autonómico, Ángel Garrido, y no el del grupo Parlamentario, Enrique Ossorio, salía a los pasillos de la Cámara a dar explicaciones y para advertir a los diputados que se les aplicará el régimen disciplinario de los conservadores si votan en contra. Es decir, unos 300 euros por no someterse a la disciplina del grupo.
El motivo que alegó Garrido es que “este asunto no es una cuestión conciencia”. Durante el encuentro de la mañana del grupo parlamentario “hubo multitud de peticiones de palabra para hablar sobre este asunto, ya que la política familiar es una cuestión muy importante en nuestro partido. Ha habido compañeros que han manifestado sus dudas, pero han sido Peral y Plañiol los que han pedido libertad de voto”, precisan fuentes de los asistentes que también señalaron al alcalde de Alcorcón.