Hoy nos visita: José Carlos Molina, asesor en la Concejalía de Obras y conocido en el Ayuntamiento como “El Marqués”

Paciente de hoy: José Carlos Molina, asesor en la Concejalía de Obras y conocido en el Ayuntamiento como “El Marqués”
Análisis:
José Carlos Molina es el asesor tipo de otro tiempo y de otro lugar. Una especie de Don Guido, aquel personaje de Antonio Machado, pero en pozuelero.
Hombre educado y siempre bien vestido, presume de no haberle pegado un palo al agua en su vida. Le tocó la lotería de ser asesor en Pozuelo y eso fue para él algo así como el sueldo Nescafé.
Molina vino a Pozuelo en tiempos de Paloma Adrados y de la mano de Diego Lozano. Con lo que el tío lleva ya unos añitos viviendo de bóbilis bóbilis.
Dicen que lo trajeron para echarle una mano a Andrés Calvo Sotelo porque, aseguraban, tenía mucha experiencia en la Obra pública. Y, como todo lo malo se pega, aprendió pronto el oficio del escaqueo junto al actual Concejal de Comercio, Atención al Ciudadano y Urbanizaciones.
Si a eso se une que, en Pozuelo, no se hace Obra Pública (ni hubo con Adrados ni se espera que haya con Quislant), José Carlos Molina lleva yendo y viniendo por el Ayuntamiento un lustro. Eso sí, con mucha dignidad y prestancia.
Los días 28 de cada mes le cambia la cara. Sus enemigos, que los tiene, dicen que es porque ese día se cobra en el Ayuntamiento. Y Molina tiene un buen sueldo.
Diagnóstico:
Enfermo de no hacer nada, Molina es un personaje muy popular en el Ayuntamiento de Pozuelo. Dicen que, una vez, hizo un proyecto sobre algo que nadie recuerda, pero que hay algunos compañeros que están seguro de que lo hizo.
El se defiende diciendo: “¿Qué culpa tengo yo de caer bien a la gente? Las administraciones necesitan personas como yo”. Un artista, vamos.
Tratamiento:
No tiene remedio. Molina ya no tiene tratamiento posible. Ni existe.
La única solución posible sería mandarle el sueldo a casa. Pero cantaría mucho y la alcaldesa prefiere no verle… Ojos que no ven…
Fdo.: Dr. Pozuelo