Escracheando, que es gerundio. Un artículo de Tono Rueda

Hace unos años me tocó, lamentablemente, presenciar por primera vez un “escrache” en directo. Fue en la Universidad Complutense y ahora da la sensación de que aquello era una sesión de entrenamiento para algo que vendría más adelante.
Allí estaba Pablo Iglesias, maestro de ceremonias, entrenando, adoctrinando, manipulando a unos cuantos jóvenes estudiantes para que coartaran la libertad de expresión de personas que habían ido a debatir sobre política. Debe ser que esto no está bien visto si no se hace en una plaza pública con todos sentados en corro.
Allí estaba Rita Maestre, Íñigo Errejón, su hermano, que fue uno de los que tomó la palabra, y algunos otros estudiantes y profesores. Todos ellos eran entonces desconocidos para el público, aunque después su imagen ha adquirido cierta relevancia.
Reclamaban que Rosa Díez utilizara otro espacio para debatir sobre política, que allí no era bienvenida. Debe ser que se sentían dueños de esa facultad para decidir quién podía o no utilizar sus instalaciones, olvidando que las pagamos entre todos…
Pablo era el organizador, el instigador. Antes de comenzar el acto guardó sitio en la primera fila a la alumna que finalmente reclamaría el micrófono. Le dio la señal cuando decidió que tenía que levantarse y comenzar la acción. Fue su guía durante el proceso. Parecía orquestar todos los actos de los alumnos.
Claro, entonces nadie nos imaginábamos que era tal la orquestación. No conocíamos a ninguno de ellos. No supimos leer que aquello formaba parte de unas clase de prácticas subversivas. Quizá entonces Iglesias no tenía claro como se quería hacer con el poder en España. Era 2010 y aún no se había mostrado el movimiento del 15M, que, seguramente, se le apareció como elemento ideal para una nueva estrategia de llegada al poder.
Ahora dice Pablo que aquello no era un escrache, que él no organizaba nada, que fue un acto espontáneo de los estudiantes.
Pero la hemeroteca es implacable. Hay multitud de vídeos y fotos de los hechos. Les animo a ver aquello.
Hoy, viendo de nuevo aquellas imágenes, entendiendo aquellos hechos, creo que este hombre debería ser inhabilitado como profesor.
Es una absoluta manipulación de la voluntad de los alumnos. Me parece bien que se les expliquen los métodos subversivos que se utilizan en ciertos regímenes políticos, pero de ahí a utilizarles para sus propios intereses hay un trecho, y creo que un profesor de cualquier escuela o faculta de este país debería avergonzarse de semejantes prácticas.
Aunque no parece que sea así.
Pablo sigue con su camino, aunque las circunstancias se van complicando, a los pocos escrúpulos demostrados en esas malas prácticas docentes se ha sumado, por lo que se ve, por lo que tiene visos de ser una deriva hacia la megalomanía. Esto le hace pensar que, desde su pedestal, puede imponerse a sí mismo como vice-presidente e imponer una serie de ministros de su confianza, siendo el líder del tercer partido en número de votos de las elecciones. Y además se enfada si Pedro habla con Albert.
Ya no importan las políticas sociales, ya no son los de abajo contra los de arriba, ya no es importante solucionar los problemas de “la gente”. Ahora lo único realmente importante es instaurar el régimen. Controlar el ejército, la televisión, a las masas. Y esto pasa factura.
Pasa factura internamente, no hay más que leer las últimas noticias acerca de la situación interna del politburó.
Y pasa factura externamente. Esto es realmente sorprendente. Mientras Pablo Iglesias sigue con su estrategia para que haya nuevas elecciones, sus votantes están empezando a renegar, con lo que su idea de conseguir mejor resultado en otros comicios, probablemente, se verá rota por la reacción que está teniendo “la gente” ante su actitud.
Es muy curioso, después de las últimas elecciones autonómicas y municipales, en las que UPyD tuvo un muy pobre resultado, todo el mundo nos expresaba su pesadumbre por ello, “pero yo os he votado”, nos decían. Si todos los que decían eso nos hubieran votado otro gallo nos cantaría.
Antes de las últimas elecciones generales oía a mucha gente decir “pues yo voy a votar a Podemos”. Sin embargo, a estas alturas, buena parte de esa gente empieza a decir que ellos no fueron, que no votaron a Pablo Iglesias. Habrá que hacérselo mirar.
Alguien dijo que el demagogo “dice cosas que sabe que son mentira a gente a la que considera idiota”.
Deberíamos hacérnoslo mirar…
José Antonio Rueda, ex concejal de UPyD del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón
Antonio, la realidad es que nos falta «sensibilidad…democrática y » confundimos» una manifestación de la ciudadanía – en este caso estudiantes, sin ninguna querencia política, como se puede observar en el vídeo y todos los que circulan por la Red…- con un escrache. ¡ Cómo sois los de UPyD! Sin embargo cuando los sucesos son a la contra; es decir, se los hacen desde la Policía Municipal de Madrid ¡ cómo no! es una muestra del fascismo más rancio y – en este caso si – a las personas democráticamente elegidas que representan los verdaderos intereses de la ciudadanía. Me tranquiliza saber que las varas de medir son para todos iguales; para tí el palo, para mí la vara.
Muchas gracias por su participación. Saludos