La contaminación no importa en Madrid y, en Pozuelo, menos

Parece que los hogares españoles se han vuelto ecológicos en los últimos años. Solteros, casados, familias monoparentales o familias numerosas, todos presumimos de aplicar la regla de las tres erres Reducir-Reutilizar-Reciclar, algunos incluso llevamos la gestión de la basura doméstica a extremos insospechados. Por fin los españoles estamos concienciados con la protección del medio ambiente… O eso creemos.
¿Y la contaminación causada por el tráfico? ¿Esa contaminación también nos importa? Durante los últimos años Madrid no ha cumplido los valores límite de contaminación exigidos por la legislación de la Unión Europea. La mala calidad del aire no sólo pone el riesgo la salud de las personas, sino que es una de las principales causas del calentamiento global.
Lo cierto es que los españoles cada día abusamos más del coche. La mayoría de nosotros lo utilizamos a diario para ir a trabajar. Muchos padres siguen llevando a sus hijos adolescentes al colegio. Incluso lo cogemos para realizar pequeños recados a 300 metros de nuestra casa. En definitiva, ¡no podemos vivir sin él!
Sin embargo, nos consideramos modernos y ecológicos, y nos consolamos pensando que algún día todos los vehículos serán eléctricos. Pero eso no va a ocurrir a corto plazo, porque las desventajas que presentan frente a los coches tradicionales tardarán muchos años en superarse. Además, no es la solución a la contaminación ya que para su fabricación se extraen minerales tóxicos y, especialmente, porque la electricidad se sigue generando por la combustión de materias primas contaminantes.
Ahora vamos a fijarnos en la movilidad sostenible que presentan otras capitales europeas. Los europeos andan más, se desplazan en bicicleta cuando es posible y, especialmente, utilizan el transporte público para llegar a su lugar de trabajo. Recientemente ha sido noticia París porque ha adoptado medidas drásticas que están siendo muy eficientes. En Berlín y otras ciudades alemanas la mayoría de las personas se desplazan en bicicleta. En La City, centro financiero de Londres y de Europa, no se ven vehículos particulares. ¿Y Madrid? El uso del transporte público no acaba de calar en la mentalidad española. Aunque España ha entrado en Europa, Europa no ha entrado en España.
Así que en Madrid las medidas que suponen la restricción del tráfico no son populares y, por tanto, es difícil impulsar planes ambiciosos. A pesar de ello, en los últimos años se han dado pequeños pasos. Por ejemplo, se han incrementado notablemente los kilómetros de carril-bici tanto en el centro como en las afueras, se han peatonalizado varias calles de la capital y se han cerrado algunos parques al tráfico. Además, Ana Botella, en su Plan de Calidad del Aire, incluía un tímido protocolo para restringir el tráfico en picos altos de contaminación. Pasos positivos pero insuficientes.
Reconozco que en este sentido no me está decepcionando la nueva política. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, acaba de aprobar un protocolo de actuación que ha entrado en vigor el 1 de febrero. Este controvertido protocolo incluye prohibir totalmente la circulación para episodios de alta contaminación.
También la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, ha expresado su deseo de crear y ampliar aparcamientos disuasorios y aumentar la frecuencia del transporte, creando un ticket único. Todo esto con el fin de que desde los municipios periféricos se pueda llegar al centro reduciendo el uso del coche. Una propuesta bien pensada, ya que no se puede cerrar una ciudad al tráfico si no se fomenta el transporte público.
¿Y en Pozuelo? ¿Cómo podemos nosotros colaborar en reducir la contaminación en general y la de Madrid en particular? En Pozuelo no es suficiente con que cambiemos nuestra mentalidad. A los políticos del Municipio y de la Comunidad, hay que recordarles que el transporte público entre Pozuelo y Madrid es bastante mejorable. La estación de Tren de Cercanías sigue esperando esa remodelación que nunca llega. Y las estaciones de metro de Lago y Colonia Jardín podrían ser otra opción si nos facilitaran el acceso y el aparcamiento necesarios. Pero, por el momento, la contaminación no importa.
Manuela del Arco
en Pozuelo teneis (tenemos porque yo vivo en Aluche) una fuente de contaminación que no son los coches. Si os bajais la aplicación troposfera de calidad del aire vereis a qué me refiero. Ese dioxido de nitrógeno que se refleja en los indices bien de algún tipo de industria de vuestra zona o la depuradora de agua que se encuentra en el campo de golf de la ciudad financiera del Santander, casi siempre los vientos vienen para Madrid desde el Sureste, aunque no siempre es así. No toda la culpa la tienen los coches. Esa depuradora que digo al transformar los residuos en lodos sólidos emite una nube de NO3 que para qué. Y es la más moderna de España. Echarle un ojo
Muchas gracias por su información. Saludos