Secretarios de Estado de Carlos IV. El Conde de Floridablanca
Carlos IV comenzó su reinado tras la muerte de su padre Carlos III, el 14 de diciembre de 1788, hasta el 19 de marzo de 1808. Reinó 20 años. El Motín de Aranjuez le obligó a abdicar en su hijo y heredero Fernando VII.
Durante su reinado hubo 5 gobiernos con 6 Secretarios de Estado.
En el Antiguo Régimen, el rey era el soberano absoluto, el depositario de todos los poderes del reino. El Secretario de Estado era el cargo institucional que ejercía las funciones del poder ejecutivo por delegación directa del monarca.
España era, al comienzo del reinado, una potencia europea de segundo orden, superada por Reino Unido, Francia y Austria, aunque apoyada por un inmenso Imperio Colonial de 20 millones de Km² con presencia en todos los continentes conocidos. Contaba con una potente flota y una economía que iniciaba su industrialización y su desarrollo del comercio como consecuencia de las políticas ilustradas de sus antecesores: Catastro de Ensenada, Decretos de Nueva Planta, Desamortización, Reglamento de libre comercio, etc., pero que no lograba evitar el déficit presupuestario salvo con las remesas de plata americanas.
El conde de Floridablanca
El primer Secretario de Estado del Rey Carlos IV fue el Conde de Floridablanca, José Moñino y Redondo. Nació en Murcia en 1728 y murió en Sevilla, a los 80 años, en 1808.
Fue Secretario de Estado entre los años 1777 y 1792.
Abogado de profesión, fue nombrado Secretario del Despacho de Estado por Carlos III, quien lo hizo I Conde de Floridablanca. Durante el reinado de Carlos III, Floridablanca trato de fortalecer la posición española frente al tradicional enemigo, Gran Bretaña, haciendo intervenir a España en la Guerra de la Independencia de Estados Unidos, apoyando a los rebeldes con armas, dinero y tropas. Consiguió recuperar Menorca, perdida desde la Paz de Utrecht en 1715 y Florida. Fracasó en la toma de Gibraltar con el Gran Asedio y obtuvo de Portugal las islas africanas de Annobon y Fernando Poo.
Se enfrentó al partido aragonés del Conde de Aranda por su forma de gobernar. Dio más peso al gobierno ejecutivo de las Secretarias de Estado en contra de la opinión de Aranda que quería seguir manteniendo la importancia de los Consejos.
Carlos IV, al principio de su reinado, confirmó en su puesto de Secretario de Estado y de Despacho al conde de Floridablanca. Comenzó su gestión continuando con las medidas reformistas del reinado anterior, tratando de impulsar el desarrollo económico (restricción de acumulación de bienes de manos muertas, supresión de mayorazgos, etc.).
La Revolución francesa, que estalló apenas unos meses después de la coronación del rey, hizo cambiar radicalmente la política española.
Ante la gravedad de los hechos que ocurrían en el país vecino, la política española se volvió extremadamente conservadora. El aislamiento de la nación se consideró la receta ideal para evitar la propagación de las ideas revolucionarias. Se suspendieron los Pactos de Familia, se establecieron controles en las fronteras y se efectuó una fuerte presión diplomática en apoyo del rey francés.
Cuando el rey Carlos IV llevaba sólo unos meses en el trono, el conde de Floridablanca suprimió todos los proyectos reformistas que se pusieron en marcha durante el reinado de Carlos III sustituyéndolos por políticas conservadoras y de represión.
Encarceló a ilustrados personajes, entre ellos el financiero de origen francés, Francisco Cabarrús. Esto provocó la caída de su amigo el escritor, jurista y político ilustrado, Gaspar Melchor de Jovellanos, que se vio obligado al destierro y a establecerse en Gijón, su ciudad natal.
Parecida trayectoria siguió su paisano Pedro Rodríguez de Campomanes y Pérez, primer conde de Campomanes. Político, jurisconsulto, economista y ministro de Hacienda en el primer gobierno reformista de Carlos III, quien fue despojado de sus cargos.
En 1790, Floridablanca sufrió un atentado del que salió ileso. Caído en desgracia fue sustituido. Apresado en Hellín, el 27 de Febrero de 1792 por su sucesor en el poder, el Conde de Aranda, que lo mantuvo preso en la fortaleza de Pamplona hasta su caída. Fue liberado cuatro años después, por el sucesor de Aranda, Manuel Godoy, retirándose a su ciudad natal. No volvió a intervenir en política.
Durante el gobierno de Floridablanca se construyó el Canal de Aragón.
Joaquín de la Santa Cinta, Ingeniero aeronáutico, Economista e Historiador