Las mociones que se aprueban en el Pleno del Ayuntamiento de Pozuelo solo son paparruchas y el ejemplo está en Coca de la Piñera. Un artículo de María Puñales
Me alegra tanto ver cómo el PP y el PSOE llegan a acuerdos para restaurar los cascos viejos de Pozuelo que no cabe en mí tanto gozo. Ver a la derecha y a la izquierda juntas hablar de rehabilitar viejas viviendas de Pozuelo es una gozada.
El problema es que no servirá de nada. Aire. Palabras al viento. Otra moción (dos, la de octubre y la de noviembre), aprobada para no cumplirse. El Gobierno de Pozuelo es un incumplidor y el PSOE un consentidor.
Eso es, al menos, lo que piensan los vecinos del barrio de Coca de la Piñera. Y hablo por su boca. Digo lo que dicen. Como los peperos y los socialistas no van por allí no se enteran…
Dicen los vecinos que las mociones aprobadas para rehabilitar los viejos cascos en el Pleno del Ayuntamiento de Pozuelo no se cumplirán porque con estos políticos las mociones no se cumplen. La última que no se cumplió data del 26 de febrero de 2015. Hace nada. Ese día, en el Pleno, se aprobó una moción que hablaba de la rehabilitación de las viviendas de barrio de Coca de la Piñera y aún no han hecho nada.
Y eso que, en teoría, estos vecinos deberían estar contentos con estas mociones rehabilitadoras de los cascos viejos porque les tocan de lleno a estas viviendas ya que se construyeron en el año 1955. Pero saben que no se hará nada.
Los vecinos de Coca son mayores pero tienen memoria. Y se quejan amargamente. Consideran que si aquello fue una burla, esto también lo será.
Si será una burla que me dicen, además, que dos días antes de aprobarse aquella referida moción, el 24 de febrero se 2015, fueron citados en el ayuntamiento por la entonces primera Teniente de Alcalde, hoy alcaldesa de Pozuelo, doña Susana Pérez Quislant. Una señora que les dijo que se había hecho un estudio-diagnóstico de los edificios y que, dado que presentaban algunas deficiencias, había que ponerse manos a la obra inmediatamente, tras aprobarse la moción dos días después.
Pues bien, nueve meses después de aquella reunión y de la aprobación de la moción en el Pleno, a lo más que se ha llegado, tres semana antes de las elecciones municipales, fue a contratar a una empresa de instalaciones eléctricas para realizar unos trabajos que consistían en la reparación del cableado de los portales y al cambio del cuadro eléctrico de las viviendas. Cosas que ni siquiera se ha llegado a completar pues las viviendas siguen careciendo de toma de tierra, algo necesario para la protección de las personas ante las descargas eléctricas.
Los operarios dijeron a los vecinos que fueron contratados EXCLUSIVAMENTE para medio arreglar el portal uno, ¿y los demás portales?
Otra tomadura de pelo más de la alcaldesa. Aunque ya no sé si de la alcaldesa que se fue o de ésta. De las dos.
Los vecinos me cuentan que ninguno de ellos acudirá a la pomposa cita de ‘un café con su alcaldesa’ porque para ellos su palabra no vale nada. Lo suyo es cuento chino. No se fían. Una anciana me dijo el otro día: “María, cómo van a rehabilitar las viviendas de los demás si no rehabilitan ni siquiera las suyas”.
Cierto. Las promesas de la señora Pérez Quislant son lo más parecido a una paparrucha.
María Puñales