El único camino que tiene la derecha moderna española para salir de su corralito ideológico es ser una derecha social y, en Pozuelo de Alarcón, con más motivo

No voy a entrar a analizar y, por lo tanto, a criticar la Semana de Mayores, que el Gobierno de Pozuelo ha organizado para participación y disfrute de los 12.000 mayores de 65 años que, aproximadamente, habitan la ciudad, con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores y que tan ufanamente nos ha vendido. No lo voy a hacer.
Y no lo voy a hacer porque entiendo que, partiendo del concepto ideológico que tiene la derecha española en general y pozuelera, en particular, es lo que se lleva. Es un problema de concepto y, por lo tanto, no tengo nada que decir. Así se lleva haciendo en esta ciudad desde hace muchos años y daría igual que estuviese Beatriz Pérez Abraham al frente de la concejalía que se preocupa de los mayores en Pozuelo o estuviese otra u otro concejal. Como digo, es lo que se lleva y por lo tanto lo que toca. Llega el día Internacional de las Personas Mayores , toca organizar una serie de actos más o menos folklóricos para ellos. Pero lo mismo podría hablar de otros colectivos si estuviésemos es su Día Internacional.
Pero, con motivo de esta celebración de mayores, me gustaría hacer unos comentarios sobre el concepto moderno que la derecha moderna española, especialmente el PP, debería tener en cuenta a la hora de tratar los temas sociales en general y en Pozuelo de Alarcón, insisto, particularmente. Porque, a mi entender, lo está haciendo desde un prisma antiguo y, consecuentemente, muy apartado de la realidad y, por lo tanto, muy lejos de los que los ancianos quieren o necesitan en el siglo XXI. Por supuesto, acepto el debate y, consecuentemente, aceptar distintos argumentos.
Dice el Gobierno de Pozuelo que en esta ciudad hay unas doce mil personas mayores de 65 años, de las que casi la mitad, más o menos, participa de las actividades de los tres centros de mayores que existen. Mal empezamos si el Gobierno no sabe cuántos mayores de 65 años hay en esta ciudad y peor aún si no sabe cuántos usan las instalaciones que mantiene para ellos.
Y digo mal empezamos porque la concejalía debería tener controlados a todos y cada uno de ellos, individualmente, porque medios tiene para saberlo. Y esto es solo un ejemplo pero muy significativo. No saber el número exacto de ancianos que viven y cuántos usan sus servicios indica, entre otras cosas, que gobierna a voleo como hace la izquierda y no individualmente como debería hacerlo la derecha moderna. Porque los objetivos sociales ya son los mismos tanto en la derecha moderna como en la izquierda. Lo que los distingue es la forma de abordarlos. La izquierda se dirige al colectivo y la derecha moderna debería dirigirse al individuo.
Porque verán, si la ciudad cuenta con 12.000 ancianos, y lo digo sin acritud, no se puede organizar una sesión de Zumba que sólo interesa a unas 70 personas (según la nota oficial) porque es ridículo. No tiene sentido. Algo falla. Y no lo digo como crítica sino que lo pongo como ejemplo. Hablo, vuelvo a insistir, solo de concepto político. Me parece muy bien que se organicen sesiones de gimnasia o conciertos de pulso y púa. No quiero, como decía al principio, entrar en la critica pura y dura.
Yo lo que trato de destacar es la manera en que la derecha moderna debe abordar el problema social y no lo hace con las consecuencias nefastas que le está acarreando.
Entiendo que desde el Gobierno de la Nación es muy difícil, pero desde el Gobierno municipal no debería serlo tanto. Es más, creo debería ser muy fácil. Y en Pozuelo más. Tiene medios y posibilidades para hacerlo. La concejalía encargada de asistir a los mayores en Pozuelo no puede tratar a persona de 65 años (oficialmente, una persona mayor) como a personas de 80 por motivos obvios y eso hace que sus consecuencias se vean a simple vista. Y no hablo, vuelvo a insistir, de la programación de esta semana dedicada a la Semana Internacional, si no de la participación y atención diaria.
La derecha municipalista moderna debe dejar de tratar los temas sociales en su conjunto, ya que para eso está el municipalismo de izquierdas. Lo debería tratar individualmente. Y no solo hablo de ancianos. Pongo, por ejemplo, el trato que lleva a cabo en la inefable concejalía de Juventud o, sin ir más lejos, en el problema de la compra de libros de texto por algunas familias más desfavorecidas que puso sobre la mesa el Grupo Municipal Socialista en el último Pleno y del que ya he hablado.
Hay que individualizar la atención. Es el único camino y la nueva manera de abordar los problemas sociales desde la derecha.
Ya lo está intentando hacer Cristina Cifuentes en el Gobierno de la Comunidad. No hay más que observar su quehacer diario. Pero a la política comunitaria le será imposible llegar al detalle. En cambio, al Gobierno de Pozuelo, con voluntad política y ganas de trabajar, le tendría que resultar sencillo.
Y luego, claro está, comunicarlo adecuadamente.
El Capitán Posuelo