El Diario de Pozuelo, diario amigo del Gobierno municipal, hizo ayer bromas con mi nombre. Es el vigésimo sexto o el trigésimo cuarto (no llevo la cuenta) que las hace desde que empezó la campaña de publicidad de la película “Anacleto”, basada en un personaje de los viejos tebeos. Es así. Me llamo Anacleto y, desde niño, he asumido que tengo un nombre poco común y propenso a la broma fácil y poco trabajada. Me han hecho cientos. O miles. Yo que sé. Me resbala, de todas maneras.

El Diario de Pozuelo, a través del ‘Avispa’ que yo cree dicho sea de paso, hizo ayer, como digo, una coña con mi nombre y jugó a hacer un paralelismo más entre mi persona y el Anacleto de la película. Guau. Qué ocurrente. Pobres. Deben ser muy torpes si se creen originales.

Y es que, ante el comentario de La Piraña del Meaques, en este periódico, sobre lo poco incisiva que se ha vuelto, el ‘Avispa’ ha respondido hablando de la película y haciendo alusiones a mi persona, supongo. Y digo supongo porque, al final, no está claro a quien se refiere. Algunos concejales del Gobierno dedujeron que se refería a mí y se han descojonado leyéndolo. Son listos estos chicos. En política dan poco juego pero algunas cosas les hacen una gracia… Ay, qué gracia. A más tonta sea la cosa, más gracia les hace.

La verdad es que el ‘Avispa’ dice en su artículo muchas cosas, supuestamente, sobre mí, pero sólo acierta en la de que soy viejo. En las demás, no da una. Ni una. Créanme. Pero ser viejo no es malo. Decía mi amigo el gran poeta Manuel Alcántara, cuando alguien trataba de menospreciarle por viejo, que le importaba un carajo y añadía: “Mira, Anacleto, yo me muero mañana y estos ya no me pillan comiendo langostinos de Sanlúcar, aunque vivan cien años”.

A mí me pasa igual, mañana me muero y estos del Diario de Pozuelo no me llegarán a la suela de los zapatos en experiencia profesional periodística aunque trabajen cien años.

En cualquier caso, no ofende quien quiere sino quien puede y estos no pueden.

Me habría ofendido, por ejemplo, si en Diario de Pozuelo hubiesen dicho de mí, presuntamente, que cobro del Ayuntamiento y no voy a trabajar. Que ni ficho siquiera. Y que lo hago desde hace años. Y que me jacto de ello. No sé qué diría de esto el señor De Aristegui, por ejemplo, nuevo gran jefe de personal. O qué dirían los sindicatos que tan contentos están con la señora Quislant. Si les interesa les doy datos concretos porque el tema es escandaloso. ¿Esto de cobrar sin trabajar es una corruptela consentida o como es esto?

Me habría ofendido si hubiesen dicho que, presumiblemente, le cobro al Ayuntamiento en torno a los 12.000 euros al año por una emisora ilegal que no la oyen ni los chavales que la hacen porque algunos no se ponen ni auriculares. Madre mía, que profesionalidad. En Pozuelo Radio hacen programas muchachos que están en «la M con la A, MA» de la radio y el Ayuntamiento les paga.

Pero lo importante es: ¿Cómo es posible que el Gobierno de Pozuelo le dé pasta de todos los pozueleros a Pozuelo Radio siendo ilegal? ¿Cómo se llama a eso, señores de la oposición? Debe tener un nombre… Lo buscaré en el código del buen gobernante. Está feo que el dinero público financie una radio ilegal.

Me habría ofendido si me hubiesen dicho en Diario de Pozuelo, por ejemplo, que mi periódico está en un local público (Valle de las Cañas) gracias a un extraño acuerdo de hace muchos años y que la cosa ya está a dos centímetros de la prevaricación de alguien del Gobierno… ¿A dos centímetros? Creo que menos. ¿Sabe de qué va eso, señor Ulecia? Pregúntele al señor Gil.  Pregúntele también a doña Laura Pérez de Ziriza por qué el Diario de Pozuelo, además de tener gratis el local, el Ayuntamiento le da, presumiblemente, en torno a los 24.000 euros más al año en publicidad? Qué cosas… ¿Seguro que es el periódico que más lectores tiene en Pozuelo? Anda ya… ¿Cuántas noticias propias da al cabo del año? Por eso se miden los diarios.

Me habría ofendido si me hubiesen dicho que la línea editorial de mi periódico la dirigían desde un ente público… Pongamos que hablo de la segunda planta del Ayuntamiento de Pozuelo…

Piticlín…Piticlín…  “No me gusta ese titular y a ver si respondéis a El Correo de Pozuelo que nos está breando…”

Me habría ofendido si me hubiesen dicho que usaba mi periódico, presuntamente, para defender mis intereses como trabajador del propio Ayuntamiento… Pregúntenme si quieren más datos. Aunque creo que no hay necesidad y ustedes, señores concejales, lo saben… Y eso es peor.

Me habrían ofendido si hubiesen dicho de mí muchas otras cosas que, hoy por hoy, no vienen a cuento poner aquí…

Pero no me ofende que me llamen Anacleto. Los nombre son lo que son. Por lo general, salvo los moriscos y los judíos conversos, nadie en España ha podido nunca elegir su nombre. Pero hablo desde el Imperio Romano o antes. Me podía llamar de otra manera, Alfredo por ejemplo, pero me llamo Anacleto. Sin embargo, mi vida laboral está escrita con líneas rectas y mi vida personal, también.

Tras leer el comentario del ‘Avispa’, creo que La Piraña del Meaques se quedó corto cuando dijo que ese ‘Avispa’, en lugar de picar, aplaude. Tendría que haber dicho que, en lugar de picar, lame y le da gustito político a los señores del Gobierno. Matizo, a algunos señores del Gobierno. Todavía hay alguno serio.

Debe ser duro para un periodista ver como tu periódico le hace la pelota al Gobierno, aunque éste se equivoque. Y solo porque te tienen comprado con publicidad.

¿Qué tiene que decir la alcaldesa Quislant de todo esto? ¿A ella también le ha hecho gracia lo del nombre?

Pero en fin… Así es la vida. Me llamo Anacleto. Orgulloso estoy de ello. El nombre, señores, no es importante en un hombre. Lo importante es su dignidad.

Anacleto Rodríguez Moyano, director de El Correo de Pozuelo