La oposición de Pozuelo seguirá teniendo mentalidad perdedora y solo se dejará ver en los Plenos y para justificar sueldos

(03-07-15) Echo de menos a la oposición. No está y parece que no se le espera. Ha desaparecido. Ya sé que estamos en julio. Verano. Uf, qué calor. Luego. Para Septiembre.
Ya sé que hay que organizarse y reorganizarse. Qué lío de teléfono nuevo. ¿Cuál es mi plaza de garaje? A mí aún no me han dado correo electrónico. ¿Sabes cómo funciona el aire acondicionado?
Ya sé que todo parece nuevo. Que es nuevo. Pero todo indica que la oposición política del Gobierno de Pozuelo ha desaparecido. Como siempre. Todo parece indicar que han cogido sus prebendas y ya, si eso, hablamos a la vuelta de vacaciones.
Es más, da la sensación de que está saciada. Que lo tiene todo. Que les dieron todo. Que se aseguraron todo. Y, oye, no me agobies que la legislatura es larga.
¿Dónde está la oposición pozuelera de ahora? Llevamos un mes de legislatura y no se les ve. Y no se les oye. Y no se les siente. Y ya se han producido hechos que criticar. Parece como si hubiesen asumido la vieja costumbre de Pozuelo. Como en la anterior legislatura.
Y es que todo indica que la oposición política de Pozuelo, en esta legislatura, volverá a ser una oposición de Pleno. De Pleno en Pleno, como iba de aldea en aldea El Titiritero de Serrat. Dejándose llevar por el viento. Así se ha hecho siempre y así se hará. Se equivoca.
Si esta oposición va a ser una oposición que sólo presentará sus mociones y sus preguntas en el Pleno del Ayuntamiento se equivocará. No será nada. Peor aún, será cooperadora necesaria del desatino que se avecina.
Como en la legislatura anterior, su actuación solo quedará grabada en video. Eso sí, serán unos vídeos que sus miembros y la familia de los miembros mirarán cuatro o cinco veces para solaz de su ego (qué bien estuviste ahí, Manolo), pero que no servirá para nada.
Lo habrán visto también cinco vecinos que fueron a presenciar el Pleno en directo y siete más a través de la red. Nadie. Eso sí, habrán acallado su conciencia y se irán a casa satisfechos del deber cumplido. Esta semana, por cierto, te toca a ti ir a las comisiones. Qué pesadez de comisiones. ¿Crees que, si le digo al auxiliar que me llame a un restaurante para reservar mesa, se molestará? Y a final de mes a cobrar. Total, ¿para qué hacer más si el PP tiene mayoría absoluta?
Y la política en Pozuelo de Alarcón volverá a sestear.
Yo sé que no es fácil hacer oposición política en Pozuelo. Pero lo es más difícil aún si todo se limita al Pleno y a las comisiones. Las mayorías absolutas tienen estas cosas. Siempre se juega para perder y eso es duro. Pero también es una excusa fantástica. Lamentos de cornudos, se dice en el tango.
Pero se equivocará, insisto. Pozuelo necesita oposición y hay muchas formas de hacer oposición. Y si no se puede hacer desde dentro del Pleno, se hace desde fuera. No hay más que mirar lo que ha pasado, en esta legislatura, a nivel nacional. La oposición estaba en minoría dentro del Parlamento pero su trabajo lo sacó fuera y lo vendió en mayoría. Ha terminado ganando.
Pero si alguien cree que esta forma de hacer política ha sido inventada por La Sexta y Cuatro, y no me extraña que lo digan, se equivocan también. Esto ya lo inventó Antena 3 Radio con Antonio Herrero en tiempos del rodillo de Felipe González. Y funcionó.
La oposición, señores, se hace día a día planteando iniciativas para el debate en la calle antes de llegar al Pleno. Aunque se pierda en el Pleno. Y no hace falta reunirse en asambleas para mantener el debate. Eso es más viejo que La Tana.
En el futbol que es como en la vida y de eso casi todos sabemos, el partido es el premio. Y, en él, se puede ganar o perder. El trabajo del futbolista es el entrenamiento diario. Por entrenar cobra, no por jugar los fines de semana.
Pero me da que la oposición de Pozuelo solo quiere jugar los partidos. Durante la semana, sestea. Y a las pruebas me remito.
Díselo tú, Rafael, a ver si a ti te creen…
“Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.
Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.
Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre”.
El Capitán Possuelo